Revista Opinión

Transición democrática

Publicado el 28 junio 2017 por James Nightingale @atracoalpueblo
TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA
GOTAS DE OPINIÓN
TRANSICIÓN DEMOCRÁTICAEl término “transición” ha pasado a ser una especie de tabla de salvación del pueblo venezolano, ante la terrible tragedia que ha generado la cúpula del régimen mal llamado bolivariano. Entre Chávez, el golpista sanguinario y Maduro, un dictador chambón con inocultable vocación genocida, acabaron con la Venezuela que habíamos construido después de la tiranía de Juan Vicente Gómez. En nuestro país es poco lo que queda de lo que teníamos al finalizar el siglo XX.Tantas calamidades juntas y que en este momento se incrementan todos los días, jamás las sufrimos antes como pueblo. Además de conocer muy bien nuestra historia como república, la he vivido a plenitud con todos sus vaivenes desde el gobierno del General Isaías Medina Angarita. Por lo tanto conozco, como otros de mi generación, cómo fue el proceso de desarrollo y crecimiento del país que heredamos de nuestros libertadores. Por esta razón, y por el sufrimiento que palpo en miles de familias que conozco de todos los estratos sociales, a partir de la clase media hacia abajo, es que puedo afirmar que nunca se vio en Venezuela la convergencia de tantas calamidades simultáneas.Hambre, violencia, inseguridad, indefensión jurídica, carencia de salud, desempleo, abusos de poder, represión, limitación de la libertad, presos políticos, casi tres millones de compatriotas exiliados o autoexiliados, el parque industrial totalmente destruido y la producción del agro evidentemente arrasada, constituyen una carga demasiado pesada para cualquier población de seres humanos. Pero ese peso es el que hoy llevamos a cuestas los venezolanos. Un sistema político que, además, con menos de veinte años, por acción o por omisión, suma en su conciencia y en sus espaldas casi cuatrocientos mil homicidios. Este comportamiento de los esbirros del régimen es tan elocuente, que han llegado incluso a la práctica del fusilamiento.Frente a ese dantesco cuadro, que hoy es del conocimiento de la opinión pública de todo el planeta, el pueblo de Venezuela ha decidido tomar las calles, probablemente sin regreso, hasta que los esbirros mayores abandonen las posiciones que tienen en el Estado, algunos de éstos visiblemente usurpados. La lucha de los venezolanos se desarrolla al calor de muchas consignas que la gente improvisa en cada jornada de protesta. Pero últimamente la que cobra más fuerza es esta: ¡gobierno de transición, ya!Pues bien, la Constitución establece previsiones para una eventualidad de tal magnitud. Los artículos 333 y 350, complementarios el uno del otro, son las herramientas constitucionales al respecto. Corresponde a los ciudadanos el derecho y el deber de actuar en consecuencia. Pero más obligadas están las instituciones del Estado, en este caso, las que quedan a salvo dentro del marco de nuestra Carta Magna, como la Asamblea Nacional, la Fiscalía General de la República, algunas Gobernaciones y Alcaldías y el grueso de la Fuerza Armada Nacional, por ejemplo. También el reto es para los trabajadores y empresarios, las universidades, los productores del campo, las iglesias y demás organizaciones de la sociedad civil. Es urgente construir un gobierno de transición de amplia cobertura unitaria, sin discriminación de ninguna índole. Y luego, solicitar el debido reconocimiento a los gobiernos democráticos del mundo.
Antonio Urdaneta Aguirre  @UrdanetaAguirre
Educador – Escritor
[email protected]

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