Revista Viajes

Transilvania, tierra de leyendas

Por Viajeros

El nombre de Transilvania está impregnado de leyenda y misterio, de historias de vampiros susurradas entre sus montañas. Esta región montañosa, en el corazón de Rumania, debe su carácter a su geografía: una meseta rodeada por los Cárpatos, llena de bosques (su nombre procede del latín “ultra silvam”, más allá del bosque), un lugar cerrado y misterioso.

Castillo de Bran Transilvania, tierra de leyendas

Transilvania es, para el mundo, tierra de vampiros. El monumento más visitado del país es el Castillo de Bran, que inspiró la leyenda del Conde Drácula. Las historias de vampiros resultan tanto más inquietantes en tanto que tienen una base real: el más conocido habitante del castillo, el príncipe Vlad, se ganó el apodo de “el empalador” por los cruentos tormentos que infligía a los presos. La leyenda se vio alimentada por la sádica costumbre de algunos nobles (aunque no todos transilvanos) de bañarse con la sangre de sus víctimas.

Pero, al margen de este lado oscuro, Transilvania es también una tierra muy bonita y con muchos lugares interesantes que conocer: vestigios de la antigüedad, entre los que destacan las ruinas de Sarmizegetusa y las fortalezas dacias, Patrimonio de la Humanidad; numerosas ciudades medievales; iglesias de muchos estilos, desde las de madera hasta las fortificadas; las minas de sal de Turda…

Pero, sobre todo, lo más hermoso de Transilvania son sus paisajes, que me atrevería a colocar entre los más bellos de Europa. Vale mucho la pena alquilar un coche (puedes hacerlo en Cluj, la capital histórica de la región) y dedicar unos días a recorrer esta tierra donde las leyendas y la historia aún viven.


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