Revista Comunicación

Transmitir emociones o cómo fidelizar clientes

Publicado el 04 febrero 2014 por Moniaguado @moniaguado85

Como todo hijo de vecino, tu montas tu empresa para vender tus productos y ganar dinero. Y para vender cada vez más productos y ganar más dinero, nunca debes de perder de vista a tus clientes. Obvio, no? Son ellos los que van a gastar en tu empresa. Olvídate por un momento del marketing tradicional, el marketing que casi todo el mundo tiene en la cabeza, ese marketing “malo”, ese que sólo piensa en vender, y vender, y vender y en beneficios, beneficios, beneficios (monetarios para este tipo).

El fin: fidelizar clientes

El fin principal es la satisfacción al cliente. Que mi amiga Auxi me cuente que ha estado en una tiendita de segunda mano de Malasaña, muy mona por fuera, pero que al entrar ni le han saludado ni le han ayudado, no es bien. Auxi me tiene que contar que ha ido a la tienda que ya tenemos vista desde hace dos meses, y que ha sido lo mejor que le ha pasado en toda la semana. Que ha ido y la dependienta super maja, le ha atendido, le ha sonreído, le ha preguntado por sus gustos, le ha aconsejado por el tipo de prenda que mejor le iba, le ha mostrado un collar a juego con el vestido, le ha sacado unos zapatos monísimos del almacén, le ha dado una tarjeta de visita del chico que hace esos collares, le ha informado de que está en redes sociales, que se apunte, que cuelgan foticos de lo que van trayendo y así se entera de las primeras, le ha cobrado amablemente, y le ha dicho que vuelva pronto. Y todo con una sonrisa.

El propósito: contagiar tus emociones y tu pasión por tu trabajo

Esta empleada de la tienda, ha sabido transmitir sus emociones a Auxi, ha conseguido fidelizarla simplemente con el hecho de hacer ver a mi amiga que le gusta los productos que vende, que le gusta ayudar, que le gusta su tienda, que cree que sus proveedores son buenos, que quiere que Auxi vuelva, que se han caído bien, que han tenido una buena relación cliente-empresa, que está contenta de que entre gente en la tienda para poder satisfacer sus necesidades. Y mi amiga Auxi, me lo transmite y me fideliza a mi también. Y se lo contará a Mariana, y el jueves nos plantamos las 3 en la tienda, y si hay suerte y hemos cobrado, nos compraremos algo. Ha conseguido su propósito de impregnarnos de ganas de comprar en esa tienda por la positiva experiencia de compra que ha tenido Auxi. Y nos ha hecho ver que quiere ayudarnos.

Transmitir emociones

Transmitir emociones

Las acciones

  • Ser feliz es la sensación que más se transmite. Intenta ver cada día el lado positivo, piensa en los momentos del día que te hacen sonreír. Eso se contagia y se trasmite super fácil. Si no tienes esa actitud, te recomiendo que la cambies. Sonríe, haz cosas que te motiven, píntate los labios de rojo, o ponte las zapas guapas que tanto te molan, y disfruta de eso.
  • Es importante también saber qué nos diferencia del resto, y exprimirlo, sacarlo a la luz: ey! que mi producto es diferente! tiene un nosequé que quéseyo, que le da valor y al final, en vez de una maquinilla de afeitar, tienes una maquinilla que te dibuja flores en la barba, o lunares, o un mapa del tesoro. Y es que mi producto es diferente porque te aporta una forma divertida de afeitarte.
  • No nos olvidemos de pensar cuál es nuestro público objetivo, no lo perdamos de vista. Debemos saber si le podemos decir “qué pasa colega” o tendremos que tener un trato más serio, o hablarle de usted. Conecta con ellos y te darás cuenta enseguida. De esta forma tu mensaje será bien recibido por los clientes.
  • Pon esas emociones en todos los planes estratégicos: las acciones de marketing online y offline, en tu página web, en los folletos, en las tarjetas de visita… consiste en emitir la misma sensación allá por donde vayas. Con coherencia. Sería muy desconcertante que en la tienda la chica fuera muy simpática y luego en las redes sociales pasara de nuestro culo. O la tarjeta de visita fuera super seria como si se tratara de un economista de Wall Street.

Transmitir, transmitimos cada día nuestro estado de ánimo. Todos tenemos amigos que son un placer cuando estamos decaídos porque nos llenan de positivismo, y otros amigotes que nos chupan la energía porque creen que todo lo malo les pasa a ellos. Y eso está en el aire. No puedes engañar a nadie con tu estado de ánimo. Por lo tanto, sé consciente de ello, porque los clientes lo notarán nada más estar en el mismo espacio que tú. Déjales con buen sabor de boca, que se lleven un poco de positivismo extra con el producto que adquieran. Consumirán mejor y, lo que toda empresa quiere al fin y al cabo, consumirán más!

Os dejo un par de artículos relacionados con transmitir emociones:

Coca Cola lo hace muy bien en sus campañas, emociona al público.

El Neuromarketing ayuda a convencer en vez de confundir a través de las emociones

Y cómo no, había que sacar a colación a Emilio Duró, que nos llena de optimismo e ilusión y del que también he hablado en el blog con el post Optimismo con Emilio Duró o cómo levantarse el ánimo a una misma.

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:D

Transmitir… C’est la vie.


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