Trash entre amigos, cine del bueno / Terra Incógnita

Foto de Portada: Javier Vega

Imaginemos a un grupo de amigos (Vigalondo, Minchinela, Lardín y el Sr. Ausente) con algo de tiempo libre (poco) y muchas ganas de provocar y entretenerse teniendo como base el cine más desprejuiciado: unos, lo llaman cine basura; otros, trash; los menos, serie Z y los más, serie B. Su propuesta cinéfila, como mínimo, llama la atención:

“Trash Entre Amigos es una variante de expanded-cinema que convierte la cinefilia en performance. Lo logra mediante el comentario y la explotación, en tiempo real y con público presente, de películas trash: cintas insólitas, cuya despreocupación formal permite al espectador participar en el diálogo y el comentario desprejuiciado. El público interviene, se convierte él mismo en espectáculo, y la participación se retroalimenta. Cada sesión de Trash entre amigos es una intervención cuyos ingredientes son siempre cambiantes: la cinta es siempre distinta, el público es diferente, y el resultado es un acto irrepetible”. Fuente: La Noche en Blanco.

The Incredible Melting Man (William Sachs, 1977)

Llegados a este punto, quiero saber más sobre este “cine radical”. ¿Quién está detrás de tan atípica propuesta, que incluso remite a los orígenes del cine y su proyección en salas? ¿Por qué lo hacen? ¿Qué sacan de ello?

Entre el público destacado que interviene junto al resto del público mientras se proyecta una de las múltiples películas, encontramos a Minchinela, artífice del reputado blog Reflexiones de Repronto y colaborador del suplemento Culturas deLa Vanguardia; al Sr. Ausente, autor del premiado Blog Ausente y colaborador en el programa Cabaret Eléctric, de iCat FM; a Vigalondo, director de cine nominado al Oscar por su primer cortometraje 7:35 de la mañana (2003), y al Goya por su primer largometraje, Los cronocrímenes (2007) y, finalmente, a Lardín, escritor y guionista cuya último libro es Imbécil y desnudo (Ed. Leteo, 2008).

El ataque de los muertos sin ojos (Amando de Ossorio, 1973)

¿Qué finalidad tiene este proyecto?

La diversión; es un fin en sí mismo, y la directriz de la mayoría de los espectáculos.

¿Tiene futuro?

Yo creo que ver películas con los amigos es una cosa que no pasa de moda. Y si alguien cree que pasa de moda, merece no ver películas con amigos.

¿Sacáis algún rédito de ello?

Sí, Trash Entre Amigos cobra por sus sesiones.

¿Dónde y cuándo se lleva a cabo (ciudades, salas de cine) y cuánto cuesta la entrada a una sesión de Trash Entre Amigos?

Hasta ahora ha sucedido varias veces en Barcelona y luego ha viajado a Tarragona, Coruña, Madrid, Las Palmas… Los precios de Barcelona variaron según el formato en el que se proyectaba la película, los del resto de ciudades han sido gratuitos para el público a cuenta de los organizadores.

¿Qué criterio seguís a la hora de seleccionar las películas?

Las películas son las que digan Rubén Lardín y El Señor Ausente. Que las cintas tengan relación con la ciudad donde se proyectan, siempre suma puntos.

Morbus (Ignasi P. Ferré, 1982)

DOS PREGUNTAS PARA CADA UNO DE LOS TRASH ENTRE AMIGOS

Si no pertenecieras a este grupo de amigos y asistieras a la proyección de una película que tuviera este argumento, ¿cuál sería tu comentario, tu reacción trash?

Minchinela: Yo en las proyecciones soy respetuoso y me callo, a menos que en las normas de la proyección esté el dar lugar a comentarios en voz alta. Monté en 1995 el ciclo La Cámara Enferma para poder gritarle a una película mientras quienes me rodeaban también hacían lo propio. Trash Entre Amigos es un giro de tuerca sobre esa premisa cruda.

Sr. Ausente: Pues seguro que me pondría a comentar en voz alta las mismas cosas que comento. Es lo que pedimos al público porque esperamos que éste sea como nosotros.

Vigalondo: Quiero pensar, necesito pensar que sería un espectador activo y participaría de la celebración. Pero me temo que me consumirían los celos y la envidia hacia el señor que ocuparía mi sitio.

Lardín: Llevo años asistiendo a la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián porque es el último reducto donde disfrutar del cine colectivamente, algo que ya no se encuentra en las salas comerciales. En el caso del Trash, si los del micro fueran Minchinela, Vigalondo y el Sr. Ausente, disfrutaría como lo hago a día de hoy, desde la sombra, porque me es un placer escucharles y sobre todo es una gozada verles divertirse. Si hubiera un cuarto con un micro, le daría con un palo. Les he tomado muchísimo cariño a esas tres personas y ya les echo de menos cuando voy al cine solo.

¿Quién eres y qué ha motivado tu participación en un proyecto tan atípico como éste?

Minchinela: Soy Raúl Minchinela, y mi participación se debe a que engatusé a los otros tres para que sucediera.

Sr. Ausente: Soy el Señor Ausente y llevo muchos años disfrutando de este tipo de películas porque me ofrecen muchas cosas que no me dan las otras, como el delirio extremo y la maravilla de lo inesperado. Por eso acepté la propuesta, para compartir ese amor por el otro cine, el de derribo.

Vigalondo: Soy Nacho Vigalondo y participo en Trash Entre Amigos porque me lo pidió Raúl Minchinela, y cuando Raúl Minchinela dice “salta” yo pregunto “¿hasta dónde?”. Por otro lado, me encanta compartir tiempo con los tres. Me gustaría que cualquiera de ellos fuese mi vecino de arriba. Subiría a por sal cada dos por tres.

Lardín: Soy Rubén Lardín. Raúl Minchinela me propuso la historia, supongo que viéndome como representante de lo que vendría a ser la crítica (aunque yo nunca me he considerado “crítica”) y dije que sí porque me sonó a fiesta. Luego le planteé mis dudas acerca de si acaso estábamos legitimados para acallar a un cine micrófono en mano, pero en la primera sesión se vio que a un cine en armas no lo acalla ni Dios. Y que ni yo era “crítica” ni era nada. Fiesta. Es, sin duda, el asunto más divertido en que me he visto involucrado en los últimos tiempos.

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ESTE ARTÍCULO HA SIDO ESCRITO POR LA QUE ESTO SUSCRIBE Y PUBLICADO EN YOROKOBU EL 02 DE DICIEMBRE DE 2010.

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