Revista Deportes

TRASLADAR AL FÚTBOL LA MEJOR ÉTICA (Vicente Del Bosque)

Publicado el 16 enero 2013 por Carlosfernandez
TRASLADAR AL FÚTBOL LA MEJOR ÉTICA (Vicente del Bosque)
En la entrega del balón de oro al mejor entrenador del año 2012 el galardonado, don Vicente del Bosque, realizo una reflexión muy particular: “Quisiera decirles que todos los que estamos aquí, amamos el fútbol y queremos ganar, pero para ganar y sentir fascinación por el fútbol hay que mimar al fútbol y para ello es necesario trasladar al juego la mejor ética de la vida y la mejor conducta personal”
“Trasladar al fútbol la mejor ética” Es un pedido social, una reflexión en voz alta en un foro internacional de máxima repercusión para el deporte en general y el fútbol en particular.
Y ¿cuál es la mejor ética de vida? Estudiosos, investigadores y científicos de la vida humana, produjeron en los últimos siglos grandes avances e innovaciones en salud, cultura, educación, arte, tecnología…y también en deporte, develando cegueras e ignorancias en todo sujeto. Ejemplos tenemos en la Teoría Heliocéntrica de Copérnico y Galileo (la tierra gira alrededor del sol y no al revés como pensaba la teoría geocéntrica), La Teoría de la Evolución de las Especies de Darwin (dos animales que se pueden reproducir entre sí son de la misma especie y no que una especie procede de otra como decía la teoría evolucionista) Y para el caso que nos ocupa la Teoría del Inconsciente de Freud (el centro del psiquismo donde se produce el pensamiento, los afectos, la memoria, los sueños…es el inconsciente y la conciencia es una pantalla que recibe información pero no la puede almacenar) Podríamos también hablar de la Teoría Lingüística de Saussure, La teoría del Valor de Marx...
Estas teorías aportan conceptos que nos permiten producir un criterio sobre la mejor ética de la vida. Después están las opiniones ya que todos tenemos el derecho de hablar y ser escuchados.
La mejor ética de la vida es la ÉTICA del DESEO.
Para hablar de la ética del deseo, lo hacemos desde la jurisprudencia científica y la sabiduría que nos otorga la diferencia entre los conocimientos y saber sobre el deseo estrictamente humano, es decir el deseo inconsciente.
El deseo inconsciente es vértice de todo diagrama posible para lo psíquico, de modo tal que podemos decir que se desean deseos. La falta de deseo inconsciente hace imposible toda teoría sobre el sujeto.
Por eso rescatamos las reflexiones de don Vicente Del Bosque a las que el señor Blatter, presidente de la FIFA, apostilló como “grandes palabras” ya que una cuestión es hablar (demandar lo mejor) y otra desear (hacerlo), que aunque se den simultáneamente no dejan por ello de ser diferentes tanto la necesidad como la demanda y el deseo humano. La necesidad de jugar, la demanda de ganar y el deseo de gozar del fútbol.
El lector es inteligente si el interlocutor al que uno se dirige lo considera como tal. Podemos decir entonces que constituyen el fútbol base: la cantera, la formación de los directivos, el fútbol femenino y el grupo. Sin temor a equivocarnos y aceptando que se puede convencer al que previamente quiera ser convencido, podemos añadir que: el deseo de la madre es inicial para el niño y hace posible la instalación de la metáfora paterna que lo hace sujeto del inconsciente.
Es decir el deseo no es articulable (no coincide exactamente con algo concreto) pero está articulado en la demanda (en el pedido), por eso el niño atribuye a sus padres el poder conocer todos sus pensamientos.
En las palabras de don Vicente Del Bosque, refrendadas por el presidente de la FIFA, escuchamos un pedido social de los máximos representantes del fútbol, un pedido para trasladar al fútbol el psicoanálisis, la mejor ética de vida posible a través de la interpretación psicoanalítica, debido a que el deseo sólo es posible frente a la fórmula de psicoanalista presente.
Con respecto a la conducta, sabemos que toda conducta es un efecto y no la causa de nada. No hay droga que transforme la personalidad de nadie, es por asesino y no por borracho que algunos matan. En el fútbol hasta un taxista puede conducir un Ferrari y ganar o un todo poderoso perder. Entramos ya en cuestiones que reclaman una nueva Ley del deporte, pues aunque no haya justicia, existen las leyes.
Dr. Carlos Fernández
Médico Psicoanalista
Especialista en Dirección Deportiva
www.carlosfernandezdelganso.com

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