Revista Diario

¿Trastorno bifocal? ( o amigos sin hijos)

Por Mamareciente
En una ocasión me dijo un psicólogo que yo tenía trastorno bifocal, o algo así. Me puso un ejemplo sobre unos prismáticos colocados al revés, no lo recuerdo bien. Lo que quería decir es que tiendo a agrandar las virtudes de los demás, reduciendo sus defectos; y hago justo lo contrario cuando me miro a mí misma.
 

¿Trastorno bifocal? ( o amigos sin hijos)Creí que había mejorado con la edad, pero acabo de darme cuenta leyendo esta entrada sobre los amigos sin hijos de Mama(contra)corriente, de que no es así. Recientemente coincidieron en la ciudad varios de mis amigos de la universidad, así que se organizó un plan para reunirnos. Como es habitual el plan empezaba a las 12 de la noche. Yo tenía intención de ir, porque cada vez nos vemos menos, así que haría el esfuerzo. Llegó el día y a las 10 estaba metiéndome en la cama. Entre varias noches malas del Chiquinini y el embarazo, no podía con mi alma. Me sentí mal una vez más por fallarles yo a ellos.
Pero ninguno de ellos tiene niños. Los planes siempre son nocturnos, o de fin de semana con actividades no aptas para peques. Nunca se plantean quedar a las 6 de la tarde, porque hace mucho calor, o porque tienen que ir al pueblo, o porque a esa hora aún se están desperazando de la siesta. Como soy la única que tiene el ritmo cambiado, soy la que falla al grupo. Creo que nunca se han puesto en mi lugar.
Es cierto que antes de que naciera el Chuiquini yo tampoco entendía a la única de mis amigas que por entonces había sido madre. Y después de tener a mi hijo le he dicho en más de una ocasión , “Ahora te entiendo. Cómo me acuerdo de ti”. Por ese motivo intento no ser dura con mis amigos de la universidad, pero me duele que ellos sí sean un poquito duros conmigo. O me dolía, porque cada vez me importa menos. Así son las cosas.
Quizá no somos tan amigos como queremos creer. Cuando nació el Chiquinini algunos de ellos no le conocieron hasta que tuvo varios meses. Supongo que para ellos sería como cuando te compras un piso, o un coche, “ a ver si quedamos un día y me lo enseñas”. No sé si el día en que ellos sean padres/madres la cosa cambiará.

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