En el artículo anterior traté de cubrir los aspectos principales del trastorno disfórico premenstrual. Trastorno que padezco y sobre el que he estado investigando muy a fondo dada la escasa información del mismo. Incluso en una consulta ginecológica, me miraron con asombro al mencionar esta condición y me aseguraron solo haber visto un caso en su trayectoria. Sin embargo, un psiquiatra al que fui antes de esta consulta, estaba muy familiarizado con el trastorno.
¿Y por qué un psiquiatra puede estar más informado que un ginecólogo sobre un trastorno ginecológico? Pues simple y llanamente porque las mujeres que solemos padecerlo acudimos antes al psiquiatra por su fuerte componente mental. Desde pequeñas aprendemos que los cambios hormonales a consecuencia del periodo son normales, y de ahí que no nos planteemos por qué nuestro caso es peor.
El TDPM va más allá de los síntomas premenstruales habituales. Los cambios emocionales intensos, como irritabilidad extrema, ansiedad y depresión, pueden afectar profundamente la vida diaria. Es vital abordar estos síntomas de manera individualizada y por ello quiero analizar los tratamientos disponibles según distintas fuentes.
1. Terapia cognitivo conductual (TCC)
La Terapia Cognitivo Conductual (TCC) ha demostrado ser eficaz para abordar patrones de pensamiento negativos y emociones intensas. A través de sesiones estructuradas, se puede personalizar el tratamiento según los síntomas específicos de cada persona. Para obtener más información sobre la TCC, puedes echarle un vistazo a Psicología Online.
Para aquellas que sufrimos el trastorno disfórico premenstrual, es muy común que hayamos desarrollado patrones repetitivos que tiene que ver con el ciclo menstrual (sin saberlo). Desapareciendo éstos una vez empieza o acaba el periodo. Esto puede causar gran confusión al no entender el motivo tras el cual se encuentran estos cambios, y culpando a otras fuentes del sufrimiento. Sin entender la conexión tan directa con la actividad hormonal.
Durante toda mi vida, pero particularmente los últimos años, seguí patrones muy claros que solo mi pareja y mejores amigos identificaban. Incluso la primera canción que escribí hablaba exactamente de esto a pesar de no saberlo. Mi subconsciente lo sabía pero yo lo ignoraba.
En la sociedad moderna, realmente cualquier persona puede beneficiarse de los aprendizajes que la TCC ofrece, pero para aquellas que sufren TDPM creo es aún más importante. Además, puede que gracias a esta terapia, descubras que lo padeces.
2. Medicación específica
La medicación puede ser una opción crucial, pero es esencial adaptarla a los síntomas predominantes. Antidepresivos, ansiolíticos o incluso medicamentos específicos para controlar el dolor pueden ser considerados. Para conocer más sobre las opciones medicamentosas, puedes explorar este artículo de Mayo Clinic.
Estos por supuesto han de ser recomendados por profesionales de la salud (no los obtendrás sin receta) y es importante que tengas un seguimiento riguroso.
En mi caso tuve mala suerte al empezar pues no me dieron cita hasta muchos meses más tarde, y me habían recetado un tratamiento muy fuerte con síntomas desagradables. Y que estaban muy exacerbados por una crisis de ansiedad y depresión que empeoraban el trastorno hasta el límite.
Tras visitar una clínica psiquiátrica y analizando mi historial, síntomas e historial familiar, me identificaron el trastorno y solo a partir de ahí (y cambiando la medicación), empecé a mejorar poco a poco… eso sí, con muchas recaídas duras.
3. Anticonceptivos hormonales:
Los anticonceptivos hormonales, como píldoras anticonceptivas, pueden ser una herramienta valiosa para algunas mujeres que experimentan TDPM. Al regular los niveles hormonales, ayudan a reducir los síntomas emocionales y físicos. Sin embargo, es crucial discutir con un profesional de la salud los posibles efectos secundarios y beneficios.
Al igual que sucede con el punto anterior, en muchos casos dar con el anticonceptivo correcto puede ser la clave, ya que es frecuente que se deban probar varios hasta dar con el adecuado.
Cuando empecé a investigar sobre los tratamientos del trastorno disfórico premenstrual, encontré unos vídeos que me hicieron ver una nueva perspectiva. Algunas mujeres que padecían este trastorno en una vertiente severa, se habían sometido a cirugías para parar el periodo de raíz o hacerlo a través de tratamientos hormonales. Para mi sorpresa, vi que en numerosos casos muchas de estas mujeres habían experimentado un cambio total.
Igualmente encontré casos de mujeres que al padecer la menopausia, mejoraban notablemente… otro día ahondaré más en esto pues da para un largo artículo.
4. Cambios en la alimentación y suplementos:
La dieta desempeña un papel significativo en el manejo del TDPM. Incrementar la ingesta de alimentos ricos en vitaminas B y D puede ser beneficioso. Además, algunos estudios sugieren que los suplementos de omega-3 pueden ayudar a reducir la severidad de los síntomas.
Otra parte que estoy aplicando personalmente dentro de los cambios de alimentación, es la retirada o reducción de alimentos inflamatorios.
En mi caso he padecido colon irritable desde chica, así que normalicé con los años el no estar bien. El problema es que cada vez iba a peor, y después de la primera crisis de ansiedad, empeoró exponencialmente.
Desde hace unos años disminuí la lactosa y noté mejoría. Aún así seguía sin estar bien y curiosamente en ciertas semanas antes del periodo. Una amiga me recomendó seguir esta cuenta de instagram, donde su autor habla de la importancia de reducir gluten, azúcares y procesados, para mejorar problemas relacionados con el periodo.
Estoy pensando unirme a su programa pero llevo un tiempo reduciendo el gluten y noto una gran mejoría, así que me gustaría compartir en este espacio lo que aprenda puesto que parece prometedor
Conclusión
El tratamiento del TDPM debe ser tan único como cada caso. Al personalizar mi enfoque con terapia cognitivo conductual, medicación específica y cambios en la alimentación, he experimentado una mejora significativa (aunque me ha costado sudor, lágrimas y muchas recaídas… y las que están por venir).
Para obtener orientación específica sobre el TDPM y sus tratamientos, te animo a que consultes a profesionales y explores algunos de los recursos en los enlaces proporcionados. Primero es crucial identificar el problema, ponerle nombre, para poder hacer un propio tratamiento y mejorar sus síntomas… ¡Ánimo!
Nota de la autora: La información proporcionada se basa en mi experiencia y en la investigación disponible hasta mi última actualización en diciembre de 2023. Siempre es recomendable buscar la guía de profesionales de la salud y mantenerse actualizado sobre nuevas investigaciones y enfoques para el tratamiento del trastorno disfófico premenstrual. ¡Cuidémonos juntas!
**La imagen de este artículo es sacada de la película «Inocencia Interrumpida» donde diversas adolescentes entran en un centro psiquiátrico donde descubren el origen de sus trastornos y reniegan de ellos en su mayoría, para acabar aceptándolos y por ende, mejorando.
*** Si encuentras artículos que tienen que ver con el trading y las inversiones, es porque empecé este blog con ese enfoque. Me aburrí de escribir sobre los mercados financieros puesto que ya hago eso en mi trabajo, y quise hacer un cambio o metamorfosis para hablar de algo que me concierne y me interesa. Así que con el tiempo iré eliminando la información previa pero not yet.