¿Tienes cambios de humor? ¿Tan pronto te sientes eufórico como abatido? ¿Te cuesta controlarte y explotas ante cualquier contrariedad?Si es así, es posible que seas ciclotímico.
¿Qué hacer?
1º.- En el día a día, busca el desencadenante de esos cambios de humor.Un día cualquiera te encuentras bien y de repente ¿algo te tumba el ánimo? Párate a pensar, rebobina. Repasa qué cosas han pasado en esa franja de tiempo: qué has escuchado, qué has visto, qué sensaciones has tenido… Posiblemente darás con algo, con ese estímulo, a menudo casi imperceptible, que ha desencadenado esa súbita bajada de energía evocando en tu memoria algún acontecimiento pasado, algún suceso que te pone triste pero que tratas de reprimir.
Necesitas controlar, que no reprimir, tus emociones. Para ello son muy útiles disciplinas como el yoga o la meditación, que te ayudarán a tomar conciencia de tu fuerza interior y a reconciliar cuerpo y espíritu.
Si te cuesta mantener las amistades precisamente por tus cambios de humor, hazles partícipes de tu problema pero demostrándoles que eres consciente del daño que causas a veces con tu comportamiento.