El uso esporádico del alcohol e incluso el «uso único» puede llevar a una afectación irreversible en el/ la adolescente, joven en el futuro.
Aunque la «borrachera» o intoxicación conlleva una serie de manifestaciones desagradables (los vómitos y sobre todo la pérdida de conciencia, el coma ) en ocasiones producidas en la primera entrada en contacto con este tóxico y debido probablemente a una incompatibilidad del joven en particular con el alcohol, podemos asistir a síntomas, como angustia, crisis de pánico, delirios, provocados por pequeñas cantidades de alcohol. Estos síntomas pueden llevar asociados futuros estados convulsivos generalizados. Lo único favorable de la presentación de estas consecuencias, es que el/la joven pueden mantener conductas de la evitación hacia el alcohol. Por otro lado, estos síntomas pueden ser la puerta hacia la aparición de trastornos de ansiedad duraderos.
Entre los problemas que pueden surgir en intoxicación etílicas en adolescentes, describimos:
1. Hipoglucemia.
2. Hipotermia en ambientes fríos.
3. Hospitalización.
4. Muerte.
El abuso continuado de esta sustancia, independientemente de los daños orgánicos (ya descritos en los adultos y que en menores cursan de una manera más rápida), puede desencadenar en trastornos tale como:
- Trastornos depresivos( depresión mayor, distimia).
- Trastornos de ansiedad, ( fobia social, crisis de angustia, etc.).
- Trastornos de alimentación ( bulimia).
- Trastornos de conducta.
- Trastornos de personalidad.
- Trastornos de hiperactividad con déficit de atención.
- Trastornos psicóticos.
- El suicidio.
Estos coquetos alcohólicos se asocian con la aparición de conductas de riesgo derivado de la valoración errónea de los riesgos de las conductas en los/las menores:
- El embarazo no deseado.
- El contagio de enfermedades de transmisión sexual (VIH/SIDA).
- Accidentea de tráfico.
- Delincuencia en el hombre y victimizacion en la mujer.