Trata de arrancarlo, Fernando

Hace un tiempo leí una estadística que decía que todo aquel que había ganado un campeonato de Fórmula 1 estaba creo que cinco o seis años sin ganar un nuevo título mundial, ya no lo ganaba nunca más. Tras la carrera de hoy, Fernando Alonso ha dicho adiós matemáticamente al título de este año. Del segundo y último título mundial del asturiano han pasado ya ocho años, la última parte de los cuales los ha pasado en la escudería Ferrari. Tras conseguir dos títulos consecutivos en los años 2005 y 2006, también es cierto que ha conseguido un tercer puesto en 2007 y tres segundos puestos en 2010, 2012 y 2013, no ha conseguido alzarse con el título mundial. Esta misma temporada ha sido, por decirlo finamente, desoladora: Cero victorias, cero poles y apenas dos podios (un tercer puesto en China y un segundo puesto en Hungría). Poca cosa comparado con las siete victorias que sumó en cada uno de sus títulos mundiales y las 32 victorias y 97 podios totales que ha acumulado durante su carrera.
Durante estos últimos días se ha rumoreado mucho sobre su futuro. Que si se tomará un año sabático, que si se irá a MacLaren... Obviamente, él quiere ir a un equipo para ganar, pero estar en un gran equipo no es sinónimo de victoria. Sin ir más lejos, Ferrari es la escudería más exitosa de la historia de la Fórmula 1, con 16 campeonatos de constructores y 15 de pilotos, pero eso no le ha asegurado el título ni en el mundial de pilotos ni en el de constructores en los cinco años que llevan juntos, si bien es cierto que han sumado tres segundos puestos en la clasificación de pilotos, pero qué queréis que os diga, es como si el Real Madrid se conformase con ser finalista de la Champions tres veces en cuatro años. Para un observador neutral no estaría mal, pero un equipo como el Real Madrid, lo que quiere es ganar la competición, no ser finalista.
Sinceramente, jamás he sido un gran seguidor de la Fórmula 1. Reconozco que le he prestado algo de atención durante estas última década, sobre todo en los dos años en los que Fernando consiguió sus dos títulos mundiales y años posteriores, pero poco más. En no pocas ocasiones me he enterado que hay un gran premio el viernes anterior a la carrera (o sea, dos días antes de la misma). Desde siempre me ha parecido algo aburrido ver a una serie de coches dar vueltas a un circuito durante dos horas, aunque puedo entender que haya gente a la cual le guste, al igual que a mí me gusta el fútbol cuando muchas personas piensan que son veinte tíos en calzón corto yendo detrás de una pelota (no cuento a los porteros).
Pero tampoco nos engañemos. En el fondo, para que el título se lo lleve otro, prefiero que se lo lleve el asturiano, pero, al menos de momento, no parece que la cosa vaya a suceder a corto plazo. Uno de los rumores que cuentan los mentideros es que podría pasarse un año sabático, aunque eso está por ver. De momento, me hace hasta gracia ver cómo, de manera gradual, todas aquellas personas que poco antes no sabían qué era un alerón, llenaban pabellones para ver las carreras de Alonso ahora ni siquiera salen en los resúmenes.