El tratamiento de los recién nacidos muy prematuros con altos niveles de oxígeno para mejorar su capacidad de respirar parece aumentar sus posibilidades de sobrevivir en la niñez temprana, según encontró un nuevo estudio realizado por el Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos.
El informe es la actualización de un estudio del año 2010 que encontró mayores tasas de supervivencia inmediata entre los bebés que nacieron entre las 24 y 27 semanas de gestación y recibieron tratamiento con oxígeno. Ese estudio encontró que cuando se administra oxígeno altamente saturado (de 91% a 95%), los bebés prematuros tienen mejores resultados que al ser administrados con una saturación de oxígeno relativamente baja (del 85% al 89%).
Pero la preocupación acerca de la supervivencia a largo plazo, así como los riesgos relacionados con el deterioro grave de la visión, impulsó al equipo de investigación a continuar el seguimiento de los niños hasta que cumplieran la edad de 18 a 22 meses en lugar de la edad fijada originalmente (la fecha en que tendrían que haber nacido si se hubiera llevado a término el embarazo, que generalmente se considera una gestación de aproximadamente 40 semanas).
Para evaluar los beneficios relativos del tratamiento con oxígeno alto o bajo, los autores se centraron en la supervivencia del niño y el nivel de desarrollo entre 1.300 recién nacidos prematuros que nacieron entre los años 2005 y 2009.
Los investigadores encontraron que el 60% de todos los recién nacidos prematuros (independientemente del tipo de tratamiento) no mostraron signos de deterioro físico o mental de niños. Sin embargo, cuando analizaron más de cerca los resultados, observaron que el tratamiento con oxígeno alto se tradujo en tasas de supervivencia más altas.
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