La función de la vesícula es la de almacenar la bilis que contribuye a la digestión y que se forma en el hígado. Las piedras son concreciones de cristales de calcio, colesterol y bilirrubina disueltos en la bilis. También se llaman cálculos y pueden formarse de variados tamaños.
Cuando la vesícula se contrae durante la digestión para dar paso a la bilis, los cálculos se desplazan y obstruyen el conducto de salida.
Los motivos que dan lugar a la formación de cálculos o piedras pueden ser:
- infecciones
- exceso de colesterol
- cirrosis hepática
- obesidad
- pérdida rápida de peso
- diabetes, aumento de estrógenos
- anemia
- factores genéticos

Síntomas
No suelen dar síntomas hasta que se produce un cólico. Suele aparecer por la noche tras ingerir alimetnos grasos. Durante la crisis, cuya duracón oscila entre media hora y días, pueden aparecer:
Dolor abdominal, gases
Dolor de espalda y hombros
Nauseas, mareos,
Decimas de fiebre
Piel amarillenta
El cálculo puede ser expulsado de la vesícula y desplazarse hasta el conducto que comunica con el duodeno, lo que causa la coloración amarilla de la piel y mucosas.
Tratamientos
Cuando los cálculos ocasionan molestias se procede a la extirpación de la vesícula. Esta se realiza mediante laparoscopia, a través de uns pequeños orificios practicados en el abdomen.
Si los cálculos son de colesterol y no son muy grandes se intenta disolverlos mediante un tratamiento con ácidos biliares.
En determinadas ocasiones se practica una litotricia exracorpórea, donde se fragmentan los cálculos mediante ondas de choque, aunque casionalmente al cabo del tiempo suelen formarse nuevos cálculos.