Investigadores de la Escuela de Medicina de la UNC
demostraron que podían atacar una región cerebral con una corriente alterna
débil y mejorar los ritmos cerebrales naturales de esa región disminuyendo significativamente los síntomas
asociados con el dolor crónico. Los resultados, publicados en el Journal of Painy
presentados hoy en la conferencia de la
Society for Neuroscience en San Diego, sugieren que se pueden estimular partes
del cerebro como estrategia de tratamiento no invasiva, usando corriente
alterna transcraneal, o TACS, para mejorar el dolor crónico. Las personas con
dolor crónico experimentan oscilaciones neurales anormales, durante las
sesiones experimentales, los investigadores adjuntaron una serie de electrodos
al cuero cabelludo de los pacientes. Durante una sesión, los investigadores
apuntaron a la corteza somatosensorial utilizando TACS para mejorar las ondas
alfa que ocurren naturalmente. Durante otra sesión usaron una corriente
eléctrica débil similar a la que no estaba dirigida, esta fue una sesión de
estimulación simulada o placebo. Los participantes no pudieron distinguir la
diferencia entre las sesiones de simulacro y de TACS. El análisis de los datos,
demostró que se podía efectivamente atacar y mejorar las oscilaciones alfa en
la corteza somatosensorial de las personas con dolor crónico de espalda. Los
participantes, informaron una reducción significativa del dolor inmediatamente
después de las sesiones de TACS, y sorprendentemente, algunos participantes
informaron que no sentían dolor después de las sesiones de TACS.