Tratamiento natural para las várices

Las várices son un temor de la mayoría de mujeres.

by marin, freedigitalphotos.net

Las varices son dilataciones venosas que se caracterizan por la incapacidad de establecer un retorno eficaz de la sangre al corazón. Las más habituales son las de los miembros inferiores. Las várices se forman cuando las válvulas venosas no cierran bien, entonces la sangre comienza a acumularse en las venas, haciendo que se dilaten.
Podemos decir que las várices tienen un mecanismo similar al de las hemorroides. Las várices, además de reconocer una predisposición hereditaria por su insurgencia, son generalmente más frecuentes en las mujeres y empeoran cuando la persona permanece mucho tiempo de pie.
También diremos que el embarazo y la obesidad son, entre otros, factores de riesgo en la formación de las várices.

Terapia natural
La terapia natural para tratarlas se fundamenta en el uso de hierbas que contienen flavonoides y anticianócidos. Estas sustancias controlan la permeabilidad de los vasos regulando la disponibilidad de calcio, reforzando las paredes venosas, facilitando la acción de la vitamina C, la cual posee propiedades protectoras sobre los vasos sanguíneos y sobre los tejidos conectivos.
Recomendamos utilizar la siguiente tisana preparada en cocción:
Arándano ……… 40%
Vid (hojas) …….. 20%
Ruscus …………..30%
Ciprés …………...10%
Hervir ésta mezcla durante 3 a 5 minutos, en un recipiente agregando 100 ml. de agua. Tomar 1 cucharada de éste preparado 3 veces al día.
Si se trata de varices ulceradas las mismas se deben tratar con todas las precauciones del caso. En primer lugar se debe lograr la desinfección y asepsia como si se tratase de una verdadera herida.
La cicatrización de estas várices podrá acelerarse colocando sobre las mismas en forma directa, jugo de col fresca o arcilla esterilizada cubriendo luego con un paño.
Éste tipo de aplicaciones es preferible hacerlo al acostarse, dejando que actúe durante toda la noche. Se recomienda siempre, en todos los casos de várices, dormir con las piernas a mayor altura que el resto del cuerpo, colocando para lograr esto una almohada o frazada doblada bajo el colchón.