Cuando algunos de nuestros pacientes llegan a nuestra consulta por un problema de sobrepeso u obesidad son muchos los que dicen no haberse pesado desde hace tiempo. ¿Eso ayuda o no ayuda en el tratamiento de la obesidad? ¿Conviene pesarse o no?
Esto es lo que intentaron averiguar con un estudio que miró con que frecuencia se pesaban 47 pacientes a los que se les pidió que se pesaran a diario y que estaban llevando a cabo un programa de pérdida de peso.Aquellos que estaban cumpliendo el programa para perder peso de una forma más estricta se pesaban todos los días y perdían peso. Sin embargo aquellos que sabían que no lo estaban haciendo del todo bien se pesaban menos y perdieron menos peso.Al final el pesarse más o menos no hace que perdamos peso pero sí influyen en nuestro compromiso y nivel de motivación para seguir perdiendo peso o por el contrario puede desmotivarnos y hacernos creer que todo lo que estamos haciendo no merece la pena... La relación con la báscula debe ser el utilizarla como una herramienta que es para nuestro control y nada más. Es como mirar el reloj, necesitamos hacerlo para planificarnos mejor pero que sea 5 o 10 minutos más tarde o más temprano probablemente no tendrá ningún efecto (más allá del hecho de reconocer esa falta o exceso de tiempo) colateral.Si estamos haciendo dieta o llevando a cabo un tratamiento para perder peso debemos pesarnos para saber qué estamos haciendo bien y qué estamos haciendo mal. Si estamos ganando peso en lugar de perderlo no debemos desmotivarnos ni tirar la toalla sino acudir a un especialista que nos ayude y explique qué estamos haciendo mal.Por lo tanto nuestro consejo y nuestra propuesta es que te hagas "amig@" de la báscula, no hacerlo es negar la realidad y para tratar una enfermedad tan compleja como es la obesidad debes poner todos los esfuerzos necesarios y estar alerta!.