La infección urinaria tiene la mala costumbre de aparecer con cierta frecuencia. Para poner fin a este proceso que provoca dolor y escozor, algunas plantas se utilizan como tratamiento natural para combatir la aparición y las molestas consecuencias de la infección.
Contra las infecciones urinarias: el arándano agrio
Esta baya roja tiene la propiedad de volver ácida la orina, evitando así el desarrollo de bacterias que están en el origen de una infección de orina. Pero el arándano agrio inhibe también la adhesión de bacterias sobre las paredes del útero y de la vejiga.
El arándano agrio se encuentra en forma de zumo de frutas (incluso en el supermercado). Se deben evitar las mezclas, como añadirle azúcar. Es preferible consumir el zumo en su estado natural. La dosis cotidiana para combatir las infecciones urinarias suele ser de 250 a 500 ml diarios. También se puede utilizar en forma de complemento alimenticio.
Contra las infecciones urinarias: la equinácea
Esta planta originaria de América del Norte, tiene propiedades inmunoestimulantes que ayudan a combatir las infecciones urinarias. La equinácea ayuda también a combatir el resfriado y la gripe.
Esta planta se presenta en forma de omplemento alimenticio (cápsulas), pero también se puede utilizar en infusión: 1 g de raíz o de hojas secas en una taza de agua hirviendo. Dejar reposar 10 minutos. Lo ideal es tomar de una a seis tazas al día.
Contra las infecciones urinarias: el aceite esencial de orégano
El aceite esencial de orégano contiene un potente antibactericida que puede ayudar a prevenir las infecciones urinarias. Tomad 2 gotas de aceite esencial de orégano sobre un trozo de azúcar o en una cucharada de miel, dos veces al día, pero no superar esta dosis sin el consentimiento de vuestro médico.
En complemento, los aceites esenciales de palo de rosa y de melaleuca, pueden utilizarse para dar masajes en la zona del bajo vientre.
Contra las infecciones urinarias: las plantas para infusión
Para prevenir las infecciones urinarias, podéis recurrir a las infusiones. En cualquier caso, si tenéis tendencia a sufrir este mal incómodo, bebed mucho y de forma regular. De esta forma diluís la orina y elimináis rápidamente, lo que limita bastante el riesgo de infección bacteriana.