Llegó un día en que el ser humano por fin pudo conquistar el espacio exterior, hasta el punto de llegar a conocer al verdadero creador de este universo. Este hecho tuvo lugar mientras descansaba de crear otro más de tantos universos paralelos.
El hecho de que lo pillaran desprevenido pudo causarle un pequeño disgusto, pero su afable carácter no se vio modificado un ápice por tal despiste. Sonreía imaginando la multitud de posibilidades de interactuación que le ofrecían aquellos diminutos hombrecillos.
Los líderes del planeta Tierra consideraron ocultar a la ciudadanía este fascinante descubrimiento, ya que darlo a conocer provocaría una revolución sin precedentes en el ámbito político religioso.
Mientras tamañas decisiones eran debatidas por los hombres que mandaban en la tierra, nuestro pequeño inventor de mundos era reprendido severamente por su progenitor. En esta ocasión el enfado parecía ser mayúsculo, mayor que la última vez, cuando deliberadamente se dejó contemplar por aquellos magníficos seres a los que llamaban dinosaurios.
GOTZON
Hoy traemos un microrrelato de Gotzon, publicado hace una década en su blog "Relatos encallados" y que, como habéis leído, aporta una nueva hipótesis a aquella extinción que tuvo lugar hace 66 millones de años...