A nuestros políticos les gusta la geometría y tienen predilección por las líneas rojas (también llamadas cordones sanitarios).
Los mejores especialistas son los de Cs: línea roja con VOX, con el PSOE y casi con el PP, aunque esta sea discontinua.
Tal vez deberían plantearse la conveniencia de dibujar líneas amarillas (por lo del sensacionalismo en los medios) que no deben ser traspasadas por ellos mismos.
Está bien no arredrarse ante minorías agresivas y excluyentes, sean homo o heterosexuales, filoetarras o catalanistas. Un partido debe acudir libremente a cualquier sitio si lo cree conveniente. Pero a veces parece que asisten a determinados actos buscando la recriminación o el insulto para rentabilizarlo como noticia.
Y es que cuando trazas tantas líneas corres el riesgo de que se traben formando un laberinto en el que quedas atrapado sin encontrar la salida.