Trece para el Diablo

Como comenté la semana pasada, otra de la recientes recopilaciones que ha publicado la editorial Valdemar es “Trece para el Diablo. Las mil caras del Príncipe de las Tinieblas”. En este volumen, como muy acertadamente suelen hacer, nos encontramos un interesante prólogo en el que se nos cuenta un poco más la historia de este interesante personaje (el diablo) en la literatura. En realidad no se cuenta nada que no sepamos después de años y años de escuchar y leer historias sobre este, pero es una gran introducción para los relatos que posteriormente nos encontramos.

Desde autores muy conocidos por todos como los geniales Alan Moore, Jonathan Carroll o Guy de Maupassant, hasta autores al menos para mí desconocidos, el volumen recopila 14 relatos con un mismo protagonista, en el que cada uno de estos autores nos da una visión muy personal del diablo. Ya sé que el nombre del libro es “Trece para el diablo” y no “Catorce para el diablo”, pero ¿quién sabe?, puede que sea por la misma razón que en el Tarot existen 22 cartas y tan sólo 21 están numeradas, o porque 14 fueron los fragmentos en que Osiris fue cortado por su hermano Set (Satán para muchos) y después fueron recopilados por Isis salvo el falo que hacía el número 14. El Diablo está en los pequeños detalles, incluso en el título de este libro.

Como siempre en este tipo de lecturas hay relatos buenos, otros regularcillos y otros simplemente geniales como pueden ser el de Alan Moore, que además es una de las historias que da forma a “La voz del fuego”, en el que no vemos exactamente al diablo sino a unas brujas que nos ofrecen un relato fascinante a la par que inquietante, “La habitación de Jane Fonda” de Jonathan Carroll, donde el autor nos presenta a un peculiar diablo muy al estilo de sus novelas, “Dios, Marilyn, Satán y Osama” de R.A. Mallare donde los 4 personajes tienen una hilarante y entretenida conversación, o el clásico “El Diablo y Daniel Webster” de Stephen Vincent Benet con el recurrente pero efectivo pacto con el Diablo.

Como siempre que se trata de Valdemar, una lectura muy recomendada.