Llevamos unos días muy buenos. No se si es por aquello que dicen de que después de la tormenta llega la calma, que los terribles 2 casi tres se están suavizando, o es un espejismo que va a durar lo mismo que el envoltorio de los regalos de reyes y pronto volveremos a las andadas, pero el caso es que llevamos unos cuantos días disfrutando de una fiera mansa.
Nos hemos comido unos meses malisismos. Espantosos. Agotadores. Extenuantes. Días en los que empezabas de los nervios y terminabas igual. Días en los que te duchabas a las 7.30 y cuando dejabas al niño en el cole a las 8.30 volvias a necesitar una ducha.
Broncas para ponerle el baby, llaves de judo para ponerle los zapatos, estirones para bajar de las escaleras, más llaves de judo para atarle a la silla de coche, y así todo el día terminando por broncas para el baño, peleas para poner el pijama y de lavar los dientes ni hablamos.
Se intentaba dialogar y razonar, pero se acababa chillando (mis vecinos me denunciarán un dia) y obligandole a hacer las cosas por narices. O si o si. Es lo que hay. Me da igual si lo entiendes o no. Si lo quieres entender o no.
Me preguntó un día la profe en una tutoría como habiamos conseguido llevar al niño al cole contento con la bata puesta despues de UN MES Y MEDIO de pataleta diaria en la fila que hacen los niños en el patio antes de entrar a clase y que me sacaba los colores dia tras dia. La constesté que "por cojones" pero dicho finamente.
Un mes y medio me costó conseguir que el crio aceptase que habia que salir de casa con el baby puesto, y que llegase al patio, hiciera la fila y entrara contento. Y así todo.
Un mes y medio.
No lo sabe quien no se lo ha comido.
Y ahora estamos disfrutando de unos días de fiera mansa en los que hasta pasas gusto. Se porta bien. Se viste bien. El baby guay. La ropa tambien. Se lava los dientes. Y las manos. Disfrutas. Así hasta te plantearías tener otro y todo. Es todo increiblemente más facil y agradable. Ya no hay que luchar todo el dia para cualquier cosa. Alguna cae, claro. Pero es una al día. No 18. Y suelen ser cuando tiene sueño. Ya no hay que andar haciendo llaves de judo. Suelo llegar peinada y sin sudar al trabajo.
Me gustaría pensar que nos vamos a quedar así, que esto ha sido cosa de unos terribles dos muy pero que muy terribles. Pero no se que va a pasar, así que mientras tanto disfrutamos lo que podemos del periodo de calma.
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