Revista Insólito

Treintañeros

Publicado el 16 marzo 2013 por Aboutlamoda @aboutlamoda

Treintañeros

                                                                         Foto: María Pequeño

Siempre supe que los treintañeros y los mileuristas teníamos muchas cosas en común. A parte de que la mayoría de los primeros son lo segundo, en ambos casos nos pasamos los años temiendo convertirnos en uno de ellos. Cuando cumplimos 27 ya nos empezamos a mosquear, y cuando estamos terminando la carrera y leemos los datos de desempleo en el periódico, tambiénAlgunos treintañeros deciden hacer una super-fiesta bajo el lema de "no se cumplen 30 más que una vez en la vida" como si los 29 sí se pudieran. Y otros, se reclutan entre las cuatro paredes de su cuarto, actuando como si la señalada fecha no fuese con ellos.Para algunos treintañeros los 30 son los nuevos 20: siguen parando en el mismo bar que hace 10 años, se dedican al mismo oficio de toda la vida y tienen las mismas amistades, la misma sudadera con capucha y la misma jerga léxicaOtros más cosmopolitas han trazado un plan para estar preparados antes de la llegada del temido día: una lista de "cosas que hacer antes de los 30". Ir a la Conchinchina, escribir un libro o tener un hijo son algunos de los propósitos más comunes, aunque la mayoría no redacta más de 3 míseras hojas de un diario, viajan lo poco que les ofrece Ryanairhijos, tal y como va la economía, deciden dejarlo como propósito para los 40. Al fin y al cabo, las metas están para no cumplirlas. Luego están aquellos miserables treintañeros que han hecho un sucio pacto con el diablo porque cada dia están más jóvenes , han conseguido realizarse profesionalmente, han viajado 3 veces a la Conchinchina y otras tantas a la luna, tienen 4 bebés rubios de anuncio y escriben religiosamente un diario de pastas de cuero y  hojas apergaminadas cada noche contando lo bien que les trata la vida.Y por último están los treintañeros más afortunados, no porque hayan cosechado una gran fortuna, cosa casi imposible en los tiempos que corren, sino porque han sabido crecer sin dejar de ser niños, han sabido tomar responsabilidades sin dejar de lado sus sueños. Porque aunque medio mundo se empeñe en decir que con 30 años ya no se tiene edad para soñar, están totalmente equivocados. Sin sueños, uno está muerto, tenga la edad que tenga.

Felices 30 a mi otra mitad, sin la que no sería la misma persona que soy...
 Y que sigamos riéndonos del mundo a los 90!! I love you!!!!!!!!!!

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