¡Al fin estoy a la moda! Desde hace algunos años que vengo usando lo que ahora es tendencia y vamos a ver por todos lados: el corte pixie. Se trata de un corte bien pero bien corto, desmechado, cortado como a mordiscones. Se usa bien despeinado y obliga a su portadora a ser hiper femenina para evitar ser confundida con un muchacho.
Desde que Michelle Williams empezó (y encontró su corte ideal) después vimos a Anne Hathaway (que se lo cortó para una película, pero igual vale), Ginnifer Goodwin y varias modelos para campañas como Saskia de Brauw para la colección otoño invierno 2013 de Max Mara.
Muchos estilistas dicen que tengo el rostro ideal para un corte pixie, es por eso que lo luzco orgullosa desde hace un tiempo. Ya casi no extraño el pelo largo, sobre todo a la mañana, cuando puedo salir sin peinarme (en mi casa ya no hay peines) o con el pelo mojado.
Los mejores aliados de este corte son la cera, la laca fijadora y los dedos para peinar. Y aunque algunas piensen que con pelo corto no hay muchas posibilidades, les cuento que se equivocan; este corte admite vinchas, peinado estructurado, despeinado... lo que deseen.
Estas son las fotos de Max Mara (en blanco y negro) y de Lázaro Cuero. El pixie se viene con todo, es genial para el verano, donde no queremos sufrir calor por el pelo largo.
Es un corte de alto mantenimiento en el sentido que tienen que retocarlo todos los meses. La nuca crecida es desprolija e insoportable. Pero después, es un corte ideal para quienes odian el brushing o peinarse.
Para las que no se animan al rostro tan despejado, acá les muestro una opción, con flequillo más largo.
¿quién se anima? Una vez que se animaron al corte bien corto, ya casi no se extraña el pelo largo (salvo cuando veo peinados con trenzas).