Revista Opinión

Trenes con irresponsables

Publicado el 30 julio 2013 por Cronicasbarbaras

Pronto se sabrá el motivo del “despiste” que admitió ante el juez el maquinista del Alvia que provocó el descarrilamiento que mató a 79 personas.

Entre tanto, y sin hacer un juicio paralelo, sino sólo un análisis sobre la profesionalidad en el trabajo, se debe denunciar la irresponsabilidad de este hombre.

Puede que ahora tenga remordimientos, que los sufra hasta que muera, pero eso es nada comparado con el dolor y la destrucción que ha provocado la distracción de quien tenía encomendadas centenares de vidas.

Ninguno de quienes tienen a su cargo seres humanos puede despistarse en situaciones conocidas de especial peligro: un piloto de avión, el capitán de un barco, un conductor de autobuses, un maquinista de tren.

En algún momento miles de vidas dependen de una sola persona a la que se le exige atención y pericia, y el maquinista sólo tenía que acelerar o frenar donde estaba indicado.

Por lo que es imperdonable el despiste de Francisco José Garzón en una zona conocida por haber pasado por ella unas sesenta veces, y todos sus compañeros unas seiscientas.

Peor aún, que varios de sus colegas le reconocieran anónimamente a algún periódico que frecuentemente iban por ese punto a 130 por hora, pese a la limitación de 80.

Hay, pues, varios peligrosos irresponsables más. La justicia debería estudiar urgentemente las mal llamadas “cajas negras” de esos trenes para inhabilitarlos, por muy sindicalizados que estén.

En España exigimos nuestros derechos pero huimos de nuestros deberes. Nuestro garantismo legal ha fabricado una gigantesca y creciente bolsa de irresponsables, de gente sin profesionalidad.

Tenemos una sociedad que disculpa al mal trabajador, que exige y no da, especialmente si ese trabajador está sindicado: es inexpugnable.

Aquí nadie paga nada: hasta los políticos saqueadores y corruptos son reelegidos entre aplausos.

-----

SALAS

NAVAL


Volver a la Portada de Logo Paperblog