Fue en septiembre de 2011 cuando comencé a dar mis primeros pasos en el camino artesano, lo que significa que este apasionante viaje dura ya tres años. Una vez más, he preferido hacer coincidir este resumen anual de mi actividad con el balance y las reflexiones de fin de año, ya que este ejercicio conjunto me ayuda mejor a tomar conciencia de los aprendizajes adquiridos y de los resultados alcanzados.
Si 2012 estuvo definido por la intensidad y 2013 por la intensidad y el enfoque, 2014 ha sido, sin duda, el año del enfoque. Una vez dejadas a un lado las distracciones, el cien por cien de mi atención profesional ha podido finalmente centrarse en la productividad, tanto personal como organizativa, y eso se ha notado, tanto en los resultados conseguidos como en la forma de conseguirlos. He disfrutado mucho este año y creo que, sin el enfoque, habría sido imposible. Curiosamente, releyendo a Peter Drucker hace unas semanas, lo pude confirmar una vez más: lo difícil no es priorizar sino “posteriorizar”, es decir, decidir qué no hacer y permanecer fieles a esa decisión. Probablemente podría haberlo hecho mejor pero creo que, con todo, en 2014 he realizado un buen trabajo en ese sentido.
El comienzo del año fue bastante duro. En enero, después de muchas conversaciones y mucho tiempo invertido en la búsqueda de una solución, me vi obligado a poner fin a la relación comercial con uno de mis principales partners. Esta ruptura fue particularmente dura porque, más allá de una mera relación comercial, tenía con ellos una buena relación personal, que también se ha perdido. Viendo esta experiencia en perspectiva, extraigo dos aprendizajes que, en realidad, son dos reafirmaciones de algo que ya sabía: a) tus valores se expresan en tus acciones más que en tus palabras y b) cuanto antes pierdas, mejor.
En febrero, dos eventos especialmente destacables. Por una parte, mi participación en un taller de coaching de equipos, dirigido por el gran Giuseppe Meli, en el que aprendí un montón de cosas útiles. Por otra parte, el día de “retiro” junto a Antonio José Masiá. Un día completo para “pensar” y “pelotear ideas” es una práctica altamente recomendable y que, en mi opinión, debería ser ejercitada regularmente por todos los trabajadores del conocimiento.
Marzo marca el comienzo de la red OPTIMA LAB. Aprendida la lección de “cuanto antes pierdas, mejor”, pongo fin a mi primer intento de “tejer” una red de aprendices con theLAB y decido aplicar lo aprendido de esta experiencia fallida a un segundo intento. Tengo pendiente escribir un post-resumen de nuestro último encuentro presencial celebrado en Tudela en diciembre pero adelanto que lo logrado por OPTIMA LAB hasta ahora ha superado con creces todas mis expectativas.
Abril es un mes clave, ya que es cuando se pone en contacto conmigo Carlos Martínez, responsable editorial del sello Conecta, del grupo Penguin Random House. Carlos me propone, literalmente, “la posibilidad de publicar un libro que aplique el sistema GTD al incremento de la productividad, a nivel personal, de equipos, organizaciones”. Mi respuesta inicial es “ahora no”, ya que en aquel momento tenía muchos compromisos en las semanas posteriores y no quería perder el enfoque, pero le prometo retomar el tema, enviándole una propuesta de índice, a partir de la segunda quincena de junio. También en abril llevo a cabo una presentación sobre GTD para los alumni de ESADE y comienzo mi relación como colaborador habitual en el blog GlocalThinking de Meta4 España.
Después de casi dos años trabajando en privado, mis colegas artesanos y yo decidimos en mayo abrir al público la Comunidad de Práctica GTD Lab, una de mis fuentes de innovación y aprendizaje, además de ser uno de los pilares sobre los que se apoya la red OPTIMA LAB.
Con Junio llega a su fin la primera mitad de año y, fiel a lo prometido, retomo contacto con Carlos Martínez. La propuesta de índice que le envío el 16 de junio encaja en sus planes y nos ponemos manos a la obra. El 23 de junio comienzo a escribir el borrador de un libro sobre productividad personal con GTD. Por otro lado, a finales de junio se ponen en contacto conmigo para desarrollar un modelo de competencias productivas. Se trata de un proyecto muy interesante, financiado por el CDTI, en el que he participado conjuntamente con una consultora tecnológica y la Universidad de Sevilla. Hay un “paper” resultante del proyecto, que ha sido presentado y está pendiente de publicación. Escribiré con más detalle sobre este proyecto cuando finalice dicho proceso de publicación.
Julio y agosto son, por lo general, meses “distintos”, sin apenas actividad en clientes. Un tiempo imprescindible para disfrutarlo con la familia y también para pensar, seguir aprendiendo y crear. Hay que equilibrar todas las áreas de enfoque y una de mis prioridades era quitarme de encima los kilos del invierno, por lo que estuve saliendo a montar en bici de montaña tres o cuatro días a la semana, un ritmo muy difícil de mantener el resto del año. El libro seguía progresando a buen ritmo, a una media de cinco páginas diarias. Escribía todos los días, sin excepción. Compartiré en su momento esta experiencia productiva. Aproveché también para rehacer desde cero mi herramienta GTD, ya que necesitaba actualizarla a las últimas versiones del software y me pareció el momento idóneo para hacerlo. Muchas horas y más de 2500 líneas de código que han merecido la pena. Por su parte, el modelo de competencias productivas seguía madurando y tomando cuerpo. Compaginar los tres proyectos me ayudaba a no prestar más atención de la necesaria a ninguno de ellos y a sí prestar la atención que quería a todo lo demás. A finales de julio doy por finalizada mi nueva herramienta GTD, el 10 de agosto termino de escribir el borrador del libro y el 25 de agosto presento un primer borrador del modelo de competencias. Son momentos de profunda satisfacción.
En septiembre tiene lugar la primera reunión presencial de OPTIMA LAB, un proyecto que ya por aquel entonces comienza a consolidarse como algo más que intereses comunes y buenas intenciones. También en septiembre, Santi García se pone en contacto conmigo para darme a conocer un proyecto en el que está trabajando: crear una rama del iOpener Institute en España. Me gusta la iniciativa y decido sumarme a ella como socio, paso que formalizaremos un par de meses después. Una tercera iniciativa en la que también me embarco en septiembre es Hightrack, el proyecto que lidera mi amigo, y compañero de aventuras profesionales durante muchos años, Enrique Gonzalo. Lo hago pasando a ser miembro del Consejo Asesor, actividad que viene a complementar y potenciar la que ya he venido realizando junto al resto de mis compañeros de GTD Lab. Esta colaboración va en línea con la que tengo con FacileThings desde sus orígenes. Pachi, su creador, y yo llevamos años reuniéndonos por Skype cada par de semanas y durante este tiempo he intentado contribuir a seguir mejorando la que, en mi opinión, es la mejor herramienta GTD a día de hoy. Mi intención es que este tipo de colaboraciones no se quede aquí, ya que gustaría participar, siempre que sea posible, en todos los proyectos relacionados con hacer la vida más fácil a las personas que quieren mejorar su productividad personal con GTD.
Octubre y noviembre han sido dos meses dedicados esencialmente a trabajo en clientes. En noviembre han surgido además un par de posibles proyectos muy interesantes alrededor de la metodología OPTIMA12®, así que la cosa pinta muy bien. El resto de proyectos ha seguido avanzando a buen ritmo. El libro está ya editado, corregido y a punto de entrar en imprenta. El modelo de competencias productivas está finalizado y entregado. Mi énfasis durante estos meses ha sido avanzar al máximo en el desarrollo de los materiales formativos para 2015, año en el que estrenamos servicios nuevos, imagen nueva y contenidos nuevos. También en noviembre, he participado en el GAIT-CoLab 2014, de la mano de Eugenio Moliní. Una experiencia realmente enriquecedora, tanto en lo personal como en lo profesional, y sobre la que ya he escrito aquí.
Diciembre ha supuesto el colofón final a un gran año con la celebración de las segundas jornadas presenciales de OPTIMA LAB, que contarán con un post dedicado especialmente a ellas. Esta red está logrando unos resultados espectaculares en un tiempo récord y además nos está sirviendo para avanzar y mejorar muy rápido en la metodología OPTIMA12® y, en particular, en el proceso de toma de decisiones por Consentimiento Integrativo, una de las piezas clave para el trabajo en red.
Por lo demás, durante 2014 he seguido avanzando también con el desarrollo de OPTIMA CHESS, una herramienta en la que empecé a trabajar con otros dos socios hace un par de años y que cada vez es más potente, gracias a la inclusión de nuevas funcionalidades. OPTIMA CHESS es una herramienta de feedback que facilita la autogestión de compromisos y forma parte de la dimensión “Personas” de la metodología OPTIMA12®. Por otra parte, la nueva plantilla para este blog está casi acabada – ahora sí – y su llegada va a suponer un profundo cambio de imagen, incluyendo la presentación del nuevo logo de Optima Infinito. Tengo pendiente hacer aún algunas pruebas con ella pero ya está prácticamente terminada y con seguridad saldrá a la luz durante 2015. Por último, 2014 ha sido un año excelente en el aspecto económico. El enfoque del que hablaba al principio me ha ayudado a decir no a muchos proyectos poco alineados con mi propósito, lo que ha redundado en un aumento de la eficiencia, que ha llegado al 47 por ciento, una cifra notablemente superior a la de años anteriores y muy próxima a mi límite estimado del 50 por ciento. Sin esta eficiencia, me habría resultado imposible prestar atención e invertir en todos los proyectos en los que he participado y sigo participando.
2015 se presenta como otro año lleno de oportunidades y tengo mucha ilusión depositada en los proyectos en los que estoy trabajando. 2015 será el año en que publique mi primer libro y confío en que será también un año clave tanto para OPTIMA LAB como para las metodologías OPTIMA3® y OPTIMA12®, así como para todos los demás proyectos. Por suerte, estoy rodeado de gente estupenda y productiva, entre la que incluyo algunos clientes, y con la que es un placer trabajar.
Y a ti, que lees este blog, te doy sinceramente las gracias por seguir ahí y te deseo de corazón que 2015 sea un año repleto de salud, aprendizaje y proyectos ilusionantes.