Llegué al Szimpla Kert una tarde de tormenta. Le tengo una especie de alergia a la lluvia, por lo que a pesar de enfrentarme a ella intentando hacer vida normal –sin paraguas, eso sí; siempre sin paraguas-, la visita a este bar en ruinas no había empezado bien. Llegué y lo primero que me sorprendió es que no era un bar al uso: era un conjunto de salas, con varias barras de bar, puestos de comida, alguna tienda y una zona para conciertos en directo. Y a medida que fui entrando en cada una de ellas, caí rendida ante su atractivo; su caos pero al mismo tiempo ordenada estética; su ambiente alternativo; su peculiar decoración. Este es uno de los bares en ruinas en Budapest, espacios fueron recuperados por diferentes colectivos, pues estaban considerablemente deteriorados, proponiendo un espacio de ocio, donde además de poder tomar algo, se prestase a diferentes expresiones artísticas.
Hoy os hablaré de tres de ellos que conocí y creo que son ideales para hacer una paradita cuando conoces la ciudad de Budapest. O, claro, salir de fiesta. Yo como viajaba sola los conocí por la tarde y los busqué porque no hay otro lugar como los bares para saber cómo palpita una ciudad.
Szimpla Kert
Este bar en ruinas, que ya os he introducido en las primeras líneas del post, es sin duda el más especial de todos ellos. No solo porque esté verdaderamente currado, sino porque dada la cantidad de zonas que tiene, son como cinco bares en uno. Merece la pena ser recorrido tranquilamente, sin prisa, sala por sala, y acabar tomándose algo en una de sus barras de bar. A mí la verdad es que me resultó difícil elegir entre tanto lugar, ya que era totalmente el tipo de lugar que a mí me encandila, pero finalmente elegí tomarme la cerveza de cara al patio, ya que había poca luz y quería atraerla, además de que así podía ver la cantidad de cachivaches que hay en el patio central del bar. ¡Hasta un coche!
El resto de salas, también muy chulas, están llenas de muebles antiguos recuperados, pintadas o graffiti en las paredes, bicicletas en el aire, telas, luces de colores o neón. Ideales para echar la tarde leyendo un libro o para tomar algo. Yo acabé hasta cenando allí, pues quería alargar un poco más el momento de irme. Muy recomendable.
Dirección: Kazinczy u. 14
Lo mejor: Lo bien que queda la mezcla de cosas que tiene como elementos decorativos.
Lo peor: La entrada, está un poco oscura y escondida.
Kuplung
Otro de los bares en ruinas me lo encontré por casualidad: el Kuplung. Paseaba yo por el barrio judío de Budapest, con el objetivo simplemente de pasear, de perderme por la ciudad, y llamó mi atención su entrada, una especie de pasadizo lleno de graffiti que daban a un patio interior. Con un día soleado esta vez, pude disfrutar de su bonita terraza y tomarme un café que estaba delicioso. Con un enorme graffiti también en la pared y sus sillas de colores, este bar en ruinas hace también de lo diferente su gran virtud, a pesar de que es bastante menos descuidado que su anterior colega. Quizás algo menos completo, pero más “cuqui”. ¡Tú eliges!
Dirección: Király u. 46
Lo mejor: Que es un bar en un antiguo edificio en ruinas… pero está muy bien puesto.
Lo peor: Que no dé tanto de sí como el anterior
Instant
Quizás el más garito de los tres y probablemente más recomendable para salir de fiesta, es el Instant. Otro bar en ruinas, aunque en este caso mantiene más la esencia de edificio antiguo y se tiñe menos de color, que ha sido recuperado para el disfrute de habitantes de la ciudad y extraños. Tiene también un patio central, que es el epicentro de la fiesta por las noches y una sala adyacente con futbolín y sitios para sentarse. La parte de arriba estaba cerrada cuando yo fui.
Dirección: Nagymező u. 38
Lo mejor: Seguro que su ambiente por la noche
Lo peor: Es el más gris de los tres.