Pero si es difícil definir inteligencia artificial, no le va en zaga hacerlo con el término 'robot', algo que ya he recogido en varias de mis publicaciones y, en concreto, en este mismo blog, donde hace ya unos meses lo comentaba en el artículo 'Una definición formal pero insuficiente de robot'.
Robot: un concepto sin consenso
Y es que, realmente, no existe una definición autorizada y, sobre todo, un consenso, acerca de lo que es un robot.
Por eso, dentro de en mi proyecto 'The robot notes', consistente en una larga serie de videos para explorar y explicar en una visión 360 grados los aspectos más relevantes de la robótica, algunos de los primeros videos de la serie se dedicaban, precisamente, a intentar centrar qué es un robot, y constatar que no existe, realmente, una definición universalmente aceptada.
En concreto, en el primero de los videos de la serie, el titulado 'The robot concepts' ('Los conceptos de robot') comentaba algunas de las formas de entender o definir qué es un robot. Puedes ver a continuación ese vídeo.
Aunque en el vídeo se comentan algunas de las propuestas, lo cierto es que hay muchas más y ya no se trata sólo de una mera formalización en un texto convincente, es que realmente lo que hay es debate de fondo sobre lo que es un robot y lo que no lo es.
Definición versus caracterización
Lo cierto, y creo que ese es el origen del problema, es que realmente nadie, ni la industria, ni los investigadores, ni los escritores, se ha preocupado realmente de aplicar de forma rigurosa el término robot o de reflexionar seriamente sobre él. Simplemente, han ido asignado ese nombre por motivos técnicos, comerciales o artísticos, o incluso, sin un razonamiento muy concreto, sino por ocurrencia o antojo, a diferentes artefactos.
Como no ha habido ni guía ni criterio único, en muchos casos ni siquiera rigor, es muy difícil a posteriori dar a luz una definición que abarque todo aquello a lo que se ha llamado robot y satisfaga a todos.
Ante la dificultad, casi diría la imposibilidad, de consensuar esa definición amplia, rigurosa y universalmente aceptada del término robot, quizá la única opción sea hacer una suerte de ingeniería inversa para intentar extraer las características comunes que exhiben todos los artefactos a los que denominamos robot y así, al menos, hacernos una idea y entendernos mejor
Esto es lo que explicaba en el video 'Reverse engineering the robot concept' ('Haciendo ingeniería inversa del concepto de robot'):
En cualquier caso, esa ingeniería inversa no deja de ser un ejercicio hasta cierto punto voluntarista y las características que se identifiquen, son las que de forma mayoritaria y con mayor frecuencia están presentes aquellas 'cosas' que llamamos robot, pero no necesariamente están presentes siempre y no necesariamente todo el mundo estaría de acuerdo en ellas.
Esto da origen a lo que denomino en este artículo 'la caracterización', esto es, la identificación del conjunto de características más habituales en los robots y hasta cierto punto definitorias.
Un primera caracterización
Una primera caracterización la hice ya en mi libro, 'Robots en la sombra' que trata sobre robots software y donde intentaba, sobre todo, recoger una serie de características que, siendo comunes a robots físicos y robots software, me ayudasen, sobre todo en el caso de estos últimos, a explicar por qué a algunos tipos de software se les llama robots y a otros, la mayoría, no. Las seis características que allí proponía son:
- Artificiales
- Adaptables
- Actuantes sobre el entorno
- Autónomos
- Sustitutos de personas
- De actuación similar a personas
De estas seis, las cuatro primeras son, creo, muy fáciles de entender y admitir para cualquier tipo de robot. Las dos últimas, que además son las más ambiguas y debatibles, aunque aplicables también a robots físicos, tienen especial interés a la hora de delimitar, dentro del campo del software, a que llamamos robot y a qué no.
Una segunda caracterización
Más adelante, y de nuevo dentro del proyecto 'The robot notes' he realizado otra caracterización de robot, bastante próxima a la anterior, aunque no exactamente igual
En este caso, parto de la idea de un agente, un ente que percibe a su entorno mediante sensores y actúa sobre él mediante actuadores, y además, distingo entre las características que considero imprescindibles y aquellas que sólo son adicionales (optativas, en cierto sentido, aunque refuerzan la idea de robot).
Las obligatorias serían:
- Artificial: construida por el hombre o por otras máquinas, no biológico, por tanto.
- Inteligente: no en el sentido de utilizar necesariamente inteligencia artificial, sino indicando que sus acciones son coherentes con sus objetivos y con lo que perciben en el entorno.
- Autónomo: funcionan por si solos sin ser manipulados o pilotados directamente por un humano.
- Adaptable: comportamiento no rígido sino que se adapta a la tarea y circunstancias.
Y las adicionales, no obligatorias, serían:
- Percibidos como una unidad: es decir, como algo diferenciado, no extenso o distribuido.
- Similitud con los humanos: característica, debo admitir, muy sujeta a juicio, discusión y debate, pero que creo tiene su importancia en la práctica.
La caracterización de Aníbal Astobiza
Pero si todo lo anterior son mis propios pensamientos y los he recogido en diversas formas de publicación en mis medios digitales o en papel, lo que me ha animado a escribir este post es el hallazgo de una tercera caracterización interesante.
Se trata de la que realiza el filósofo Aníbal Astobiza en su libro 'Tecnofilosofía'.
Allí, el autor propone las siguientes características:
- Movilidad: que les permite a los robots trabajar en hospitales y oficinas
- Interactividad: que se refiere a la existencia de sensores y actuadores que permiten al robot interactuar con su entorno
- Comunicabilidad: relativa, según entiendo del texto, a su relación con humanos mediante interfaces informáticas tradicionales (lo que solemos denominar interfaces de usuario) o mediante la voz y el lenguaje natural.
- Autonomía: Capacidad para tomar decisiones sin necesidad de un control externo directo.
De estas características, claramente, la autonomía se utiliza en el mismo sentido en que yo lo hago, y la interactividad está de alguna forma implícita en la idea de agente que yo también utilizo. En estas dos, pues, coincidimos creo que plenamente.
La característica de comunicabilidad es bastante común en los robots y muy interesante, por cierto, cuando hablamos de robots sociales e Human-Robot Interaction. Sin embargo, en muchos de ellos no es, todavía, mediante interfaces de tipo social, naturales para los humanos, sino vía interfaces de usuario más tradicionales e incluso protocolos técnicos de comunicación.
Sin embargo, la característica de movilidad, aunque se da, y en buena medida, en muchos robots, deja fuera, por supuesto, a los robots software y, dependiendo de a qué tipo movilidad nos refiramos, a otros tipos de robots. Especialmente si pensamos en movilidad como un desplazamiento completo del robot, no una mero movimiento de sus eslabones o partes constitutivas, podría incluso dejar fuera a los propios brazos robóticos industriales. A falta de aclarar mejor esta característica, en principio no me convence mucho como caracterizadora de lo que es un robot.
Conclusiones
Pocas conclusiones podemos sacar salvo reafirmarnos en la dificultad, casi imposibilidad, de proporcionar una definición de robot rigurosa, de amplio consenso y que a su vez cubra todo, o al menos la mayor parte de aquellos entes a los que denominamos, quizá sin pensarlo mucho, 'robot' y, por tanto, el interés de identificar aquello que comúnmente exhiben los artefactos que llamamos robot y que ayudan a distinguirlos de los que no consideramos como tales.