Revista Cocina

Tres conceptos: empatía, compasión y solidaridad

Por Luistovar

Tres conceptos: empatía, compasión y solidaridad
Hay tres términos que aparecen de forma más o menos frecuente dentro del contexto moral: empatía, compasión y solidaridad. En esta nota pretendo exponer una breve aclaración al respecto.

En primer lugar, la compasión haría referencia simplemente al hecho de sentir pena o tristeza a causa de lo que a otros les ocurre cuando padecen algún sufrimiento. Es una emoción. Nos sentimos mal al ver que otros padecen ciertos males, pero lo que nos importa es lo que nosotros sentimos. Nosotros queremos que alguien deje de sufrir porque esa escena nos hace sufrir a nosotros.

En efecto, el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define la compasión de la siguiente manera:

"Sentimiento de conmiseración y lástima que se tiene hacia quienes sufren penalidades o desgracias."
Por otra parte, la empatía se trata de un fenómeno distinto. La empatía significa colocarnos imaginadamente en el lugar de otros individuos y sentir como si fuéramos ellos. Y no abarca sólo el sufrimiento sino todos los aspectos sensitivos del individuo.Así define el diccionario de la Real Academia el concepto de empatía:
"Identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro."
La empatía es en realidad un razonamiento. No es un sentimiento. Se basa en la lógica (A=A) y la inteligencia interpersonal. La empatía es una manifestación innata de nuestra capacidad moral (junto con el sentido de justicia).

Empatizar es colocarse imaginadamente en el lugar de los otros individuos que no son yo. Pensar o imaginar es un producto de la razón, no de la emoción. Una razón básica que se ha comprobado que está presente no sólo en humanos sino también en los demás mamíferos. La empatía no excluye las emociones ni los sentimientos, pero no se basa en ellas, a diferencia de la compasión que es una expresión puramente emotiva.

Por eso señala Steven Pinker que: 

"La causa de los derechos animales está basada en la razón pura, en la pura empatía."

Compasión no es empatía porque la compasión significa que yo sufro por algo que percibo exteriormente y que me provoca reaccionar emocionalmente, pero sin razonamiento. Es decir, si yo veo como asesinan a una vaca y eso me hace sufrir a mí, no implica que deduzco que ella sufra. Simplemente me provoca sufrimiento a mí, porque es algo desagradable. Por eso, se puede sentir compasión por seres no-sintientes. Y por eso mucha gente se siente mal al ver vídeos de mataderos pero no se imagina en el lugar de las víctimas.
En cambio, la empatía no implica que yo sufra al ver a una vaca en el matadero, sino que implica que yo comprendo que ella sufre, que ella no quiere morir, que quiere escapar de la muerte y el encierro a la que la han sometido. Y esa comprensión me pone imaginadamente en su lugar superando así la individuación que nos separa y singulariza a los seres sintientes. Trasciendo con mi pensamiento para darme cuenta de que todos somos iguales en el hecho mismo de sentir. Esto es la empatía, sin la cual no podría haber ética. Por eso, los psicópatas (los incapacitados para la empatía) no pueden comportarse moralmente aunque son capaces de comprender la ética y actuar de acuerdo a ella por presión educativa o social de otros, pero nunca por sí mismos.
A mi modo de ver, la compasión no requiere de razonar, pues simplemente requiere que ver algo te desagrade hasta el punto de provocarte tristeza o angustia. No habría ningún razonamiento ahí. Por ejemplo, alguien puede sentir compasión por un árbol porque le desagrada ver como lo talan y destruyen. Es decir, padeces con la situación de algo que percibes (com-pasión: "sentir con"). Ese padecer está ligado con una circunstancia o acción concreta. Luego es diferente del hecho de sentir por algo que nos sucede a nosotros (una herida o un infortunio). Y compadecernos a nosotros mismos sería, por tanto, sufrir por el hecho de que sufrimos. No veo que haga falta pensar ni razonar al respecto. Es un fenómento puramente emotivo. Otra cosa distinta es que determinados pensamientos provoquen a su vez compasión. Pero la compasión en sí misma no es un razonamiento, sino un proceso emocional.
En cambio, empatizar es ponerse en el lugar de otros (em-patizar: "sentir en"). Pero esto es imaginado, y no quiere decir que seamos capaces efectivamente de estar en realidad en el lugar de otros. Eso es absolutamente imposible. Cada conciencia individual es singular y no se pueden fundir o sustituir. La empatía tampoco es "telepatía", dado que la telepatía no existe. Empatizar es imaginar. Pero no imaginar fantasías, sino deducir con nuestro pensamiento 
lo que se supone que otro individuo realmente siente, a partir de nuestra propia experiencia y de las evidencias con que contamos. Esto lo deducimos a partir de su conducta, su lenguaje y lo que sabemos sobre su personalidad. Así lo resume Ramin Jahanbegloo:

"La empatía, al contrario que la simpatía o la compasión, exige que el individuo comparta, indirectamente, los pensamientos y los sentimientos de los otros y que se convierta temporalmente en el otro."
Ahora bien, empatizar no engloba toda la conciencia de otra persona, sino sólo algunos elementos o aspectos. Sabemos que los otros animales sienten y tienen intereses, por tanto, para respetarlos tenemos que empatizar y, de ese modo, comprender que no quieren que los sometamos, matemos o dañemos. Sin la empatía no sería posible. El mero hecho de saber algo no nos conduce a actuar aunque sepamos que es lo correcto. Sin una identificación con los otros individuos no podemos actuar éticamente. Por eso mucha gente no se hace vegana a pesar de saber que es lo correcto y razonable. Por falta o carencia de empatía. Los biólogos y etólogos saben bien de las vidas subjetivas de otros animales pero eso no les lleva necesariamente a ser veganos porque no han aplicado la empatía.
No sabemos realmente como ven el mundo los otros animales. (Aunque la ciencia ha alcanzado progresos importantes sobre este asunto). No sabemos exactamente cómo se siente al ser un pez, una salamandra, un cangrejo o una abeja. Pero sabemos que sienten, y a partir de esa noción básica empatizamos con ellos, sin necesidad de tener que saberlo todo acerca de su experiencia consciente.
Debo añadir que aunque la compasión y la empatía, a mi modo de ver, serían radicalmente diferentes, podemos pasar de una a otra de forma ambivalente. No nos quedamos en una u otra de forma permanente y excluyente. Y tal vez por eso nos cueste distinguirlas.

Por tanto, de acuerdo a este análisis, resulta que la compasión es solipsista y nunca altruista. Los compasivos pretenden a menudo creer que hacen cosas "por los demás" pero en verdad sólo lo hacen por sí mismos. Para aliviarse ellos, para no sufrir ellos.

Un criminal puede sentir compasión por sus víctimas, pero nunca empatía. La empatía le pondría en el mismo lugar que sus víctimas (y entonces le obligaría a abandonar su crimen). He ahí la diferencia radical. La compasión es a menudo aliada de la injusticia. La empatía implica igualdad mientras que la compasión acepta la jerarquía. Por eso pienso que debemos reivindicar la empatía - la igualdad - pero no la compasión, pues esta última se atiene exclusivamente a las emociones y no cuestiona la injusticia subyacente al contexto.

La ética es ese ámbito peculiar en el que actuamos en favor de los demás igual que si fuéramos nosotros mismos, pero no por beneficio, porque nos beneficie a nosotros, sino porque es lo justo, lo correcto, de acuerdo a la misma razón, a la lógica que es inherente a nuestro intelecto. Eso es la facultad moral o sentido moral. Porque de acuerdo a la razón todos somos iguales, puesto que todos somos sujetos, somos un yo. Sólo hay ética cuando comprendemos e interiorizamos este conocimiento. Podría decirse aquello de "todos somos uno" pero esto ya sería mística y no ética, y esto perdería de vista el hecho de que aunque todos seamos igualmente un yo, seguimos siendo también individuos singulares y diferentes.
Por último, hay otro concepto distinto al que podríamos denominar como simpatía o solidaridad. (Aunque sería distinto del uso coloquial del término simpatía para expresar que alguien nos resulta agradable o "simpático").
Si acudimos de nuevo al diccionario de la Real Academia nos encontraremos con que simpatía significa etimológicamente "comunidad de sentimientos", y también podremos ver que la solidaridad es la "adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros." Luego, la simpatía no es solamente afecto, sino que es afecto hacia un grupo concreto, y la solidaridad consiste precisamente en participar, apoyar o compartir los intereses de un determinado grupo. 
Es decir, la simpatía o solidaridad es una manifestación de tipo social. No moral. 

En resumen: 

1) La empatía se basa en la igualdad - es un razonamiento de identificación con otros individuos - por tanto es de sentido moral, ético
2) La compasión es una expresión puramente emocional que además presupone jerarquía o desigualdad entre el compasivo y el compadecido.
3) La solidaridad se basa en compartir los intereses comunes de un grupo de individuos y se aplica dentro del contexto de una comunidad social organizada.

Por supuesto, estos conceptos aceptan un desarrollo muchísimo más extenso y detallado. Aquí expongo sólo un conciso esbozo para intentar evita la confusión entre ellos. Estas aclaraciones no son una mera disquisición lingüística o semantica sino que son delimitaciones conceptuales necesarias para analizar la realidad y establecer juicios morales.

El lenguaje debería tener siempre un referente objetivo, y no estar sujeto al capricho de los arbitrarios gustos personales de cada uno. De otro modo, ¿cómo podríamos entendernos entre nosotros? ¿Cómo podríamos comunicar nuestras ideas y sentimientos? ¿Cómo podríamos llegar a acuerdos comunes y de beneficio mutuo? Sin un lenguaje objetivo, estamos condenados a la incomprensión.


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