Jaime Jiménez, guardameta de Valdepeñas y principal artífice del ascenso, no ha podido decir lo mismo en estos dos últimos años del Real Valladolid en la élite. La historia con el equipo del Pisuerga comenzaba un 8 de Julio de 2011, cuando el club pucelano anunciaba el fichaje del cancerbero de Ciudad Real. Tras tocar con la punta de los dedos en la última ronda del play-off con el Elche C.F. ante el Granada la Primera División, decidió cambiar de aires pasando a englosar la nómina de jugadores de un Miroslav Djukic, que también aterrizaba ese mismo año en la capital de Castilla y León.
La campaña de la gloria
Con la etiqueta de titular, la temporada en la división de plata fue bastante buena, aún con la espina de no participar en el encuentro del 16 Junio de 2012 en el coso blanquivioleta ante el Alcorcón y donde se certificaba el ascenso a la liga de las estrellas, dejando su lugar al guardameta suplente, Dani Hernández. Seguro en el arco con paradas espectaculares casi a diario que le ayudaron a conseguir el trofeo Zamora de la Liga Adelante.
Pocas luces y muchas sombras
Si se le hubiera preguntado hace dos años por sus expectativas en lo alto, seguro que su respuesta distaría mucho de lo que ha sido la cruda realidad. La 2012/2013 comenzaba con Jaime en el arco vallisoletano pero pronto, un fallo garrafal ante el Real Betis, equipo que iba a ser su bestia negra con la casaca pucelana, en Zorrilla, le costaría un puesto que tardaría casi toda la campaña en recuperar. Era un 17 de septiembre de 2012 cuando a falta de un minuto para el final del tiempo reglamentario, un balón que se le escapaba de las manos de manera incomprensible, era aprovechado por Rubén Castro para anotar el gol de la victoria y dejar helada a la parroquia castellana.
A partir de ese momento, Dani Hernández, tomaba las riendas de la portería del Pucela. Trabajo, trabajo y trabajo durante meses lograban sus frutos. Djukic le otorgaba la posibilidad de redimirse volviendo a la portería del Real Valladolid. Siete habían sido las jornadas iniciales con Jaime como titular y siete volverían a ser las que disputaría para certificar la permanecía del equipo.
Lejos de cambiar su suerte, el curso que acaba de finalizar con Juan Ignacio Martínez a la cabeza, iba a ser aún peor. Se fichó y apostó por Diego Mariño, internacional español en categorías inferiores, lo que provocaba que el de Valdepeñas se viera relegado al banquillo una vez más, jornada tras jornada. El portero gallego cumplía las expectativas con creces, pero una decisión un tanto extraña del míster alicantino, a falta de pocas jornadas para el final, le devolvían una vez más las llaves del arco a Jaime Jiménez.
Con el descenso en boca de todos, no se amilanó y poco a poco ayudaba al equipo a sacar puntos importantísimos. Pero a falta de dos jornadas y con la salvación a tiro de piedra, el Real Betis volvía a cruzarse en su camino. Esta vez en Sevilla, una victoria de la escuadra blanquivioleta, certificaba prácticamente la presencia del club un año más en la élite. No sólo se perdió, por cuatro tantos a tres, sino que el gol de la victoria, otra vez en el tiempo añadido, venía de otro fallo de niño pequeño al verse sorprendido por el lanzamiento de una falta lateral casi desde el medio del campo. Poca concentración en los momentos claves provocaban muchas críticas hacia el castellano manchego.
Nuevos objetivos
24 partidos en la máxima categoría del fútbol español son un resultado muy pobre para alguien del que se esperaba mucho y que por unas cosas o por otras, no ha dado la talla. Si a eso le sumamos que últimamente las relaciones con el club dejaban mucho que desear, el idilio Jaime-Real Valladolid, se ha roto.
En la temporada 2014/2015 defenderá los colores del Eibar en la Liga BBVA. Con intenciones de ser el portero titular, ojalá se pueda ver al Jaime Jiménez que brilló en Segunda División con el Elche y el mismo Real Valladolid. Si es así, el conjunto armero tendrá un cancerbero de garantías para superar los obstáculos que en la nueva andadura del equipo puedan aparecer. Tras tres cursos intensos en Pucela, mucha suerte, portero.
Por Enrique Álvarez Herrero, @enriqueah10 en Twitter.
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