Revista Política
Hoy se cumplen 30 años del fallecimiento de Borges. Dejó la vida mortal en 1986 para estar en la fama, con sus amados Montaigne, Wilde, Dante, Carlyle, De Quincey. Eligió Ginebra para morir. Él había vivido mucho antes en Suiza y amaba su historia, soñaba con que un día la confederación helvética prefigurara la unión de todos los hombres de la Tierra. Se calificaba como anarquista conservador. Escribió inolvidables poemas al alba en Islandia o a antiguos reyes nórdicos, y los mejores relatos fantásticos del siglo XX. Sólo llegó en los estudios a conseguir el bachillerato, pero tenía muchos doctorados honoris causa. Le negaron el Nobel, hecho que siempre manchará de infamia dicho premio. Nunca escribió una novela, ni falta que hizo.