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Tres desconocidos idénticos (Three Identical Strangers, Tim Wardle, 2018) es un documental que ha obtenido el premio especial del jurado del último festival de Sundance. Pero es, sobre todo, una historia increíble de esas en las que un guionista dudaría de su verosimilitud.
Nueva York, 1980. Eddy Galland y Robert Shafrand son unos gemelos separados al nacer que se conocen, por casualidad, a los 19 años. Una gran historia que salta a los periódicos pero que guarda un nuevo giro de guión: los gemelos son trillizos.
Al ver la foto de los gemelos en los periódicos, el tercer hermano, David Kellman, se pone en contacto con ellos. Conectan instantáneamente, se van a vivir juntos y les va bien. Se convierten en celebridades, Los trillizos de Long Island. Montan un restaurante, aparecen en televisión e incluso hacen un cameo en una peli con Madonna.
Pero faltaba un nuevo giro de guión que vuelve la historia un poco más oscura. Los trillizos formaban parte de un experimento un tanto siniestro.
Eddy y Robert, dos desconocidos idénticos
Esta historia empieza con otro personaje, Michael Domnitz, matriculado en el Sullivan County Community College de Nueva York. En la residencia de estudiantes le asignan a un compañero de habitación, Eddy Galland. Todo normal, pasa el curso y Eddy decide cambiar de estudios.
De izq a derecha: Robert Shafran, Mike Domnitz y Edward Galland, sept 1980. Foto: Newsday / Don NorkettEmpieza el nuevo curso y Michael recibe a un nuevo compañero de cuarto. Y lo flipa bastante. El nuevo, Robert Shafrand, no es que se parezca a Eddy, es que son clavados. Robert también lo flipa un poco: acaba de llegar y otros estudiantes lo saludan como si lo conocieran. Lo confunden con Eddy.
Para Michael Domnitz eso no era normal. Aparte de una serendipia (o chiripa, si prefieren), tiene que haber más. Las casualidades se suceden: Eddy y Robert tienen el mismo cabello rizado, el mismo coeficiente intelectual y la misma afición a la lucha grecorromana.
Noticia aparecida en Newsday, diario de Long Island, sobre el encuentro de los gemelosInvestiga un poco y la cosa mejora. Descubre que nacieron el mismo día y que ambos, huérfanos, habían sido adoptados el mismo año, 1961, por sendas familias judías. Así que Michael los pone en contacto. Eddy y Robert se conocen, por fin,19 años después de nacer juntos.
David, ya son tres desconocidos idénticos
Una historia con tantas casualidades atrae a los medios de comunicación. Las fotos de los gemelos aparecen en la prensa y le llegan a David Kellman. Tiene la misma edad y es clavado a esos dos tipos. Además, fue adoptado en el mismo año por otra familia judía. Decide ponerse en contacto con Eddy y Robert.
Nota en ‘Newsday’ cuando aparece el ‘tercer gemelo’.Si el caso de los dos desconocidos idénticos ya estaba maravillando a la prensa, ahora los medios tienen a tres desconocidos idénticos. Se descubre que son trillizos –en realidad había un cuarto hermano que murió en el parto– que habían nacido el 12 de julio de 1961 y que fueron entregados a la misma agencia de adopción, Louise Wise Services. De sus padres biológicos no hay rastro.
Desde el primer momento notan que hay un vínculo especial y conectan muy bien. Viven con excitación ese encuentro tan especial y deciden compartir piso de solteros. Pasan a ser los famosos Trillizos de Long Island. Los invitan a fiestas exclusivas, la prensa y la tele se los rifan –salen en la serie Cheers, por ejemplo– y Madonna los invita a aparecer en su película “Buscando a Susan desesperadamente”.
Cameo de los trillizos con Madonna en “Buscando a Susan desesperadamente”.Montan un restaurante –al que llaman, por supuesto, Triplets– que funciona de maravilla… Son días de vino y rosas.
Pero tras ese feliz encuentro se oculta un pasado bastante oscuro que se desveló años después. Con el tiempo se fueron dando cuenta de que no eran tan iguales. Aparte de algunos gustos superficiales –como la lucha, la pasta o la marca de cigarrillos– había diferencias importantes de carácter. Esas diferencias afectaron a su relación y el negocio se fue a pique.
En su restaurante, Triplets, con su staffEl experimento del doctor Neubauer
Tampoco ayudó conocer el lado siniestro de su historia. Cuando sus padres adoptivos empezaron a investigar a Louise Wise Services descubrieron que no habían sido adopciones normales. Ellos no lo sabían, pero todo había formado parte de un experimento. Se les había separado deliberadamente con el fin de usarlos como sujetos de un estudio psicológico.
Al frente del experimento estaba el doctor Peter B. Neubauer, un psiquiatra infantil y psicoanalista que lo manejó todo desde el “Centro de Desarrollo Infantil de Manhattan”, que ahora forma parte de la Junta Judía de Servicios para Familias y Niños.
El doctor Peter B. Neubauer, responsable del experimento.Neubauer, austríaco de origen judío, emigró a Estados Unidos huyendo de la persecución nazi. Antes había sido alumno de Anna Freud en Londres. No era un psiquiatra del montón. Fue profesor de psiquiatría en la Universidad de Nueva York, presidente de la Asociación para el Psicoanálisis Infantil y secretario general de la Asociación Internacional de Psiquiatría Infantil y Profesiones Afines.
Neubauer, por tanto, era un estudioso de la psicología infantil que durante 12 años –y a espaldas de las familias– estuvo observando a Eddy, Robert y David. Nunca les dijeron que tenían hermanos. Sus padres recibían las visitas de los investigadores, que luego reportaban a Neubauer. Se hacían pasar por meras comprobaciones de la agencia de adopción, sin revelar el verdadero motivo.
De esta manera su niñez fue monitoreada para analizar su comportamiento y ver cómo crecían, cómo maduraban. Les entrevistaron y les grabaron mientras aprendían a hablar o a montar en bicicleta.
Nature versus nurture
Era esencial que nadie conociera la verdad y que los niños crecieran separados. Neubauer, con la ayuda de la agencia, había entregado gemelos y trillizos –los tres desconocidos idénticos no son los únicos– a familias con diferentes niveles de renta y educación.
Se trataba de coger individuos con características genéticas idénticas y colocarlos en diferentes entornos para ver cómo eso influye en su desarrollo y personalidad. Se pretendía resolver la ya larga y –por lo que yo se– no resuelta cuestión de la “nature versus nurture” (naturaleza contra crianza). ¿Qué tiene más peso, la genética o tu educación y experiencias? ¿En qué porcentaje?
Pero para eso primero había que separar a los hermanos y además engañar a los niños y a sus familias, conejillos de indias sin su consentimiento.
Demanda a los responsables
Eddy Galland se suicidó a los 33 años. Los motivos de un suicidio siempre son complejos y no voy a entrar aquí en ellos. Los otros dos, David y Robert, demandaron a la agencia de adopción, que dejó de existir en 2004 y fue absorbida por la Junta Judía de Servicios para Familias y Niños. Ninguno de los dos organismos ha concedido la disculpa y la compensación económica que piden los dos hermanos.
Robert y David con Tim Wardle, director del documental, en SundanceA partir del documental se ha reactivado el caso, pero la Junta Judía, que se negó a participar en el documental. Dicha organización sigue sin ofrecer su versión, más allá de una nota a The Washington Post desvinculándose del experimento.
David y Robert también reclaman que se hagan públicos los resultados del experimento. Al menos que su sufrimiento haya servido para algo.
Un experimento legal
De momento lo único que tenemos es un artículo publicado por Neubauer en la revista de la Universidad de Yale en 1986. En dicho artículo ni siquiera se les menciona a ellos sino el caso de otras mellizas, también separadas al nacer. Respecto al resto de su estudio, siguiendo el deseo de su autor la Universidad de Yale lo tiene sellado hasta 2066.
El doctor Neubauer –que murió en 2008, con 94 años– alegaba que no lo hacía público para proteger a algunos participantes en el estudio. También alegó que la agencia ya había decidido separar a los hermanos y que él simplemente aprovechó la ocasión.
Es importante aclarar que el estudio, aunque secreto, no era ilegal. Por un lado, en aquellos años las agencias de adopción separaban a los hermanos. Por otro, no había obligación de tener el consentimiento de los involucrados en una investigación de este tipo. Legalidad y ética no van necesariamente juntas.
Deberíamos tener eso siempre presente. En estos casos, los sujetos de experimentación las víctimas son siempre las mismas: niños huérfanos, pobres, soldados, presos, indigentes… Gente, por lo visto, a la que se puede usar sin su consentimiento.
Un caso más (y los que faltan por conocer, por ejemplo dentro del mismo estudio de Neubauer) de investigación científica que rebasa los límites éticos en favor de un conocimiento científico que no siempre está garantizado. Abajo, mas enlaces sobre temas similares en este blog, por si les interesa.
Bruce/Brenda/David y el doctor Money
Experimento de Milgram sobre la obediencia a la autoridad
La cárcel de Stanford
Tuskegee
Y otro no solo con personas, aquí el de Peter y Margaret
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