Tres, presentada en el Festival de Sitges, es una muy interesante película protagonizada por una estupenda Marta Nieto, en una historia entre el drama intimista, la ciencia ficción y el juego meta cinematográfico. La propuesta me parece muy original: una editora de sonido que, misteriosa e inexplicablemente, comienza a notar que se ha desincronizado de su propia 'banda sonora', de los sonidos del mundo real. La protagonista no escucha los ruidos -ni siquiera su propia voz- hasta varios minutos después de que se producen. Esta situación imposible da pie a un apasionante relato de intriga que le permite al director Juanjo Giménez -veterano en el cortometraje- jugar con el lenguaje del cine y evidentemente con el uso de la banda sonora. La historia permite momentos evocadores al explorar esa desincronización que la propia protagonista define de forma poética: es capaz de escuchar el pasado. La propuesta, de cine fantástico, nos lleva, como he dicho, al terreno del drama personal: se exploran las relaciones de la protagonista con su madre (Luisa Merelas), su ex pareja (Fran Lareu) y un compañero de trabajo (Miki Esparbé). Así, la situación que vive el personaje de Marta Nieto se convierte en la metáfora de diversos temas humanos con los que todos podemos identificarnos: la incomunicación, la incomprensión, o la soledad. Lo mejor de Tres es que saca provecho de su premisa y lo hace con inteligencia, con rigor, y apoyándose en el buen hacer de Nieto. Quizás su último tramo se resiente por no tener un clímax más contundente, pero estamos ante una propuesta sorprendente, refrescante y diferente en el panorama cinematográfico actual, no solo español.
Revista Comunicación
Tres, presentada en el Festival de Sitges, es una muy interesante película protagonizada por una estupenda Marta Nieto, en una historia entre el drama intimista, la ciencia ficción y el juego meta cinematográfico. La propuesta me parece muy original: una editora de sonido que, misteriosa e inexplicablemente, comienza a notar que se ha desincronizado de su propia 'banda sonora', de los sonidos del mundo real. La protagonista no escucha los ruidos -ni siquiera su propia voz- hasta varios minutos después de que se producen. Esta situación imposible da pie a un apasionante relato de intriga que le permite al director Juanjo Giménez -veterano en el cortometraje- jugar con el lenguaje del cine y evidentemente con el uso de la banda sonora. La historia permite momentos evocadores al explorar esa desincronización que la propia protagonista define de forma poética: es capaz de escuchar el pasado. La propuesta, de cine fantástico, nos lleva, como he dicho, al terreno del drama personal: se exploran las relaciones de la protagonista con su madre (Luisa Merelas), su ex pareja (Fran Lareu) y un compañero de trabajo (Miki Esparbé). Así, la situación que vive el personaje de Marta Nieto se convierte en la metáfora de diversos temas humanos con los que todos podemos identificarnos: la incomunicación, la incomprensión, o la soledad. Lo mejor de Tres es que saca provecho de su premisa y lo hace con inteligencia, con rigor, y apoyándose en el buen hacer de Nieto. Quizás su último tramo se resiente por no tener un clímax más contundente, pero estamos ante una propuesta sorprendente, refrescante y diferente en el panorama cinematográfico actual, no solo español.