Revista Historia
Según la tradición hindue, cuando Bhagwan Shankar, el creador, hizo al primer hombre, no había ningún árbol en la tierra. El hombre dijo:" Señor, ¿qué voy a comer? ¿Cómo voy a vivir?". El creador sacó un pelo de su propio cuerpo, y con él creó un gran árbol:
Árbol de la creación
Entonces el hombre dijo: «Pero, Señor, no hay frutos en el árbol de la creación. Shankar Bhagwan tomó la capa de ceniza de su cabello enmarañado y roció con ella los árboles que comenzaron a dar fruto. Y así surgió el segundo árbol:
Árbol Mahua
Dicen que el licor sacado de los frutos del arbol Mahua es un manjar exquisito. Si se toma en pocas cantidades es agradable. Pero si se bebe en demasía uno se puede trasmutar, en función de su propio carácter, en un ratón, en un tigre, en un cerdo o en una paloma.
Finalmente, Shankar Bhagwan tuvo que crear un tercer árbol para que sus vigilantes, los espíritus santos, vivieran en él:
Árbol Sembar
Así, a la caída de la noche, estos espíritus, (pajáros, camaleones, abejas), saludan a los visitantes nocturnos y depende de la bondad de cada ser humano, la visita o el saludo puede ser maravilloso o terrible. Eso al menos me cuentan que en India pasa.
Estos extraordinarios dibujos de los tres árboles, fueron realizados por artistas del estado de Madhya Pradesh, en una pequeña ciudad no lejos de Bhopal.