Los errores financieros son comunes en cualquier etapa de la vida. Sin embargo, no tienen el mismo impacto. Ya que, sin duda alguna, que hagas una mala inversión a los 20 no es lo mismo que hacerla a los 40. De igual modo, no es lo mismo tomar un préstamo a los 35 que hacerlo a los 56.
Y, aunque existen varias razones vinculadas al resultado, quizás la razón principal o de mayor peso es que en la medida en que tienes menos edad (<30) tienes mayores probabilidades de recuperar o enmendar las decisiones incorrectas que hayas cometido.
Sin embargo, en el contexto de occidente, y más específicamente en latinoamérica, cometer errores financieros, después de los treinta, tiene un efecto de mayor impacto, porque usualmente es cuando las personas crean tienda aparte, ya sea por matrimonio o bien por tomar la decisión de vivir solos(as).
Y, en el caso del primer escenario (matrimonio), ya después de los treinta, se tienden a tener hijos y formar familia. Por lo tanto, el margen de "recuperación" se reduce y aumenta la carga financiera.
Es por esta razón que quiero compartir cuáles son esos errores financieros que debes evitar si ya pasas de los 30 o bien si estás próximos a entrar en los "tá", es decir trein tá, cuaren tá, cincuen tá, etc.
Y lo voy a hacer en dos partes, porque es un poco largo lo que quiero decir y no quiero cansarte. En esta primera entrega, voy a enfocarme en uno de los tres, quizás uno de los que tiene mayor peso, y del que quizás puede traer más controversia.
Usualmente se piensa que los cincuenta es la mitad de la vida. De hecho, existe un adagio popular que alude a que algunas personas, cuando llegan a este decenio entran en "la crisis de media vida".
Sin embargo, cuando se toma la edad 50 como parámetro de mitad de vida, es sobre la base de 100 años. Y este dato no es correcto. Porque son pocas las personas que logran llegar a tal edad. De acuerdo con las estadísticas del banco mundial al 2015, el promedio de vida en el mundo era 71.67 años[1]. Lo que significa que la verdadera media vida, se centra en la década de los 30s.
Y es por esto que es necesario prestarle atención a las decisiones que se toman dentro de esta década. No es para que te asustes y ahora sometas todas tus decisiones a un proceso de claustro vaticano. Sino a que te des cuenta de la importancia que tienen tus decisiones, en general, pero más que todo, dentro de este período de tiempo que es tan relevante en la vida.
Todos cometemos errores financieros, creanme, todos lo hacemos; aún los que asesoramos y asistimos a otros en estos temas. Y qué bueno que es así, porque seguro tendremos material para compartir contigo cosas reales y no ficticias. Además de que nos humaniza, lo cual quita un gran peso de encima.
Sin embargo, luego de ver la importancia que tiene la toma de decisiones durante esta década; todo esto indica que todas las decisiones financieras que se tomen, tendrá un efecto directo en la segunda mitad del resto de tu vida. Por lo tanto, en la medida que estas sean conforme a parámetros adecuados, entonces las probabilidades de éxito, en igual o mayor proporción, también se incrementan.
Con esto último, como siempre aclaro; nada de lo que podemos en este blog es la receta infalible del éxito, ni el misterio escondido para ser el hombre o la mujer más poderoso(a) del mundo. Sino que responde a los criterios del análisis financiero y del comportamiento que usualmente presenta buenos resultados. Y si le ha funcionado a tantas personas ¿Por qué a ti no?
Por lo tanto, vamos a poner manos a la obra y empecemos a ver cuáles son esos errores financieros que debes evita r si ya pasaste de los 30.
Error financiero No. 1: Pensar que comprar una vivienda es lo más importante
"Quien se casa, casa quiere" es uno de los dichos más comunes para quienes se van a matrimoniar. Y esta frasecita ha hecho que varias parejas devoten su vida a adquirir un "techo propio".
Esta idea se ha vuelto un sine qua non en casi todos los jóvenes. De hecho algunos, con ciertos criterios futuristas y de proyección, inician su proyecto de vivienda a temprana edad. Y este comportamiento responde a dos premisas básicas:
- La vivienda es una inversión, porque adquiere valor en el tiempo.
- Pagar por un alquiler es darle tu dinero a otro. En otras palabras, estás botando tu dinero.
Sin embargo, lo que usualmente quienes piensan de esta manera no toman en cuenta es que por lo general estas dos premisas no son enteramente reales.
En primer lugar una vivienda es una inversión, cuando la dedicas a esto. En otras palabras, si la vivienda que adquieres no tiene un "Se Vende" o "Se Alquila" no es una inversión. Es un bien que utilizas, y que, dentro del mercado puede adquirir valor.
Sin embargo, de la única manera en que ese valor de mercado se hace efectivo, es si comercializas esa vivienda.
Para hacerlo más visible y entendible; si tienes una vivienda que vale, digamos $1,000 y se te presenta un problema de $900 ¿Significa que puedes estar tranquilo porque tienes algo que el mercado dice que vale más que tu problema financiero? La verdad es que no.
De la única manera que puedes hacer esto efectivo es si comercializas tu vivienda, y dado los precios del mercado, no es algo tan sencillo de vender o alquilar, no necesariamente cuentas con una cantidad de personas haciendo fila para comprartela o alquinar, sino que tienes que estar preparado(a) para esperar un tiempo considerable para que esta intención tome efecto.
En ese sentido, la primera premisa aplica, sola y exclusivamente, a si la vivienda que adquieres está destinada a generar un retorno. En otras palabras, a comercializarse.
La segunda premisa parte de que, en esencia, si alquilas estás botando tu dinero, porque le estas pagando a otro y no a lo tuyo propio.
Y esto no se fundamenta en una realidad completa por dos razones básicas: 1- Estas pagando por un servicio que cubre una necesidad 2- Pagar por lo propio respecto de lo ajeno tiene una diferencia monetaria que puede ser dos y tres veces mayor.
Para la primera razón, tienes que verlo desde la perspectiva de que estas pagando un servicio cualquiera, como si estuvieras pagando por energía eléctrica o teléfono, etc. No creo que pienses que el gasto en internet es innecesario si lo usas. Ni que estás botando tu dinero, porque lo haces de manera consuetudinaria. Y la razón es que lo vez como un servicio del que obtienes un beneficio
Y en el caso de la vivienda debe ser igual. Estás pagando por un servicio, llamado alquiler de casa o apartamento. Que te permite consumir un espacio en donde puedes vivir. Por lo tanto, sí estás recibiendo un beneficio, y no estás botando tu dinero en el bolsillo de otro.
Esto no significa que estoy en contra de que compres una vivienda. Ni que es un movimiento financieramente equivocado. Todo lo contrario, lo que te estoy planteando es que tener esto como lo más importante, no es lo correcto, si lo haces partiendo de las premisas iniciales.
De hecho, en términos prácticos, una vivienda, tomando en consideración que por lo general tienes que tomar un préstamo para adquirirla, en realidad es una deuda que toma un rango de tiempo entre 15 y 30 años.
En otras palabras, asumir el compromiso de una vivienda es una decisión que afectará, seguro, la mitad del resto de tu vida, si lo haces después de los 30.
Por lo tanto, la invitación es a que, si vas a tomar la decisión, te centres en los hechos e identifiques si es lo que va acorde a tu realidad financiera presente y futura.
Las decisiones financieras después de los 30 son determinantes y claves para el resto de tus días. Representan un peso de relevancia por el contexto en donde se desarrollan y por las implicaciones que tienen en el largo plazo. Es por esta razón que tienes que pensar bien qué es lo que vas a hacer con tu vida financiera y si esto representará valor para tu gestión financiera personal.
En ese sentido, existen tres errores financieros que debes evitar. Los cuales vamos a desarrollar en dos entregas. En esta vimos el primer error: 1- Pensar que comprar una vivienda es lo más importante.
Y se enfoca en que evalúes las razones por las que compras o no una vivienda, y que sobre la base de esto, determines si te conviene o no.
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Y si te interesa profundizar en el tema de los errores financieros que debes evitar, específicamente para el tema de las viviendas. Te sugiero que adquieras el libro Padre Rico Padre Pobre, escrito por Robert Kiyosaky haciendo clic en la imagen más abajo.
[1] Esperanza de vida en años consultado 04/22/17