Si estás en plena búsqueda de empleo o si intentas darle un cambio profesional a tu carrera, no puedes darte el lujo de cometer errores o de caer en omisiones por desconocimiento al aplicar a una oferta de trabajo, ya que las oportunidades laborales no contemplan segundas partes cuando se trata de dar una buena primera impresión.
Como captador y seleccionador de personal, estoy acostumbrado a encontrar errores y omisiones de todo tipo por parte de los candidatos que aplican a las ofertas que publico; la mayoría de ellos están relacionados con la falta de actitud durante el proceso, así como en la forma en que redactan sus perfiles en la Red y los currículos de siempre.
Se trata de errores que les auto descartan y que me obligan a no considerar sus candidaturas, aunque dichos fallos no estén del todo ligados a las responsabilidades del cargo o sus funciones.
En particular, y durante los últimos años, he encontrado de forma frecuente tres errores que me resultan tan comunes, que he decidido exponerlos aquí para intentar reducirlos confiado en que este artículo será difundido en la Red, de modo que pueda servir de guía a los que ahora mismo intentan darle un giro a su situación laboral:
Errores ortográficos, faltas de acentuación y omisión de signos de puntuación:
Sigo sin entender la minimización que la mayoría de las personas hace de la mala ortografía cuando se les llama la atención sobre este particular.
Las veces en las que he intentado darle la importancia que merece al hecho de escribir correctamente, me he encontrado con candidatos a los que les digo que parte de su trabajo consistirá en redactar “bien” y que su currículo me indica que no podrán conseguirlo que me han respondido: “total… ¡por dos acentos no es para tanto!”… Lo que termina por hacerme decidir que no es la persona que buscaba.
Aunque los errores ortográficos parezcan aspectos menores en un candidato, son verdaderas señales de “peligro” que alertan a los seleccionadores; ya que no sólo denotan desconocimiento del lenguaje, sino falta de atención a los detalles.
La mejor forma de evitar estos errores es realizar un cursillo o buscar un texto que complemente lo aprendido en el colegio, por mucho que puedan ayudar los correctores de texto, la ortografía se sabe o no se sabe. Pero si no tienes tiempo por estar inmerso en un proceso de selección, busca que alguien más revise lo que hayas escrito, al menos de momento estarás cubierto.
No ir más allá de la oferta de trabajo:
Sigo entrevistando candidatos que no tienen ni idea de la empresa para la que están aplicando, que no saben nada de lo que hacemos o que no saben en cuál sector nos movemos. Es imperativo que cualquiera que intente aplicar a una oferta de empleo, realice una breve investigación sobre la empresa, sobre sus objetivos, su misión y otros aspectos que se muestran en la web de la misma; incluso ir más allá y buscar que aparece en Google al colocar el nombre de la empresa.
Este simple hecho es vital para ir a una entrevista y tener éxito durante la misma, ya que coloca al candidato en ventaja. Aquí queda muy bien incluir la frase: “La información es poder”.
No darle importancia a una buena “Biografía” en redes sociales:
Uno de los factores que más rápido me hace desestimar o seguir con una candidatura es lo que el candidato ha plasmado en su Bio en redes sociales. Si no es lo suficientemente descriptiva, si la foto o su contenido no están acordes a lo que ofrece como candidato o si está redactada a la ligera, lo más probable es que desista en ahondar sobre esa persona.
Es tan fácil plasmar en pocas palabras y en una simple imagen la esencia de lo que una persona desea mostrar, que sigo sin entender que alguien que aplica para una oferta de trabajo, no tome en cuenta este factor tan relevante.
Al redactar una biografía para una red social, sólo hay que pensar y definir en el tipo de imagen que se desea reflejar, para entonces poder enfocar la descripción sobre aspectos que llamen la atención del seleccionador o le puedan interesar.
Reflexión: Como puedes ver son errores muy básicos, pero tal vez por eso se siguen cometiendo… los candidatos se enfocan en otros aspectos que consideran más importantes, descuidando lo esencial.