Aprender es una de las primeras habilidades que desarrollamos. Asimilar conocimientos, establecer conductas y adquirir habilidades, nos permite adaptarnos a nuestro entorno y superar las dificultades que la vida nos presenta.
Las facultades de aprender, adaptarse, resistir y prosperar son inherentes a nuestra condición humana y la suerte es que podemos desarrollarlas y mantenerlas a lo largo de toda nuestra existencia.
Aprendemos y crecemos a partir de nuestras experiencias y en cualquier etapa de nuestra vida siempre podemos reemplazar conductas antiguas por conductas nuevas.
Hay tres formas de aprender:
En la escuela:
Desde muy pequeños la escuela nos proporciona un modelo educativo que nos permite potenciar nuestras habilidades sociales y cognitivas, ayudándonos a crecer y madurar. Allí aprendemos conceptos, desarrollamos fórmulas y memorizamos datos. Gracias a los avances de las nuevas tecnologías, la tarea de los docentes se ha transformado. Los alumnos de las últimas generaciones nacen y crecen utilizando ordenadores y videojuegos, lo que da lugar a que sus hábitos perceptivos y sus procesos mentales hayan variado. Ahora la información está al alcance de todos, online, en tiempo real y la docencia ha de revisar los conceptos clásicos de aprendizaje y adaptarse a esta revolución de la información. Ya no es tan importante memorizar fechas, ni listas de los reyes godos. La escuela y la universidad tiene un nuevo reto: enseñar a 'aprender a aprender', a desarrollar procesos mentales, a saber buscar, filtrar y canalizar información hacia los resultados que se desean.
En la vida:
La vida es el entorno por excelencia de aprendizaje para las personas. La escuela de la vida nos enseña a través de nuestra propia experiencia. A diferencia de la escuela, en que primero aprendemos conceptos y los validamos en un examen; en la vida primero nos examinamos y luego aprendemos la lección. Podemos extraer cantidad de información de un hecho vivido, sea éste positivo o negativo; El ensayo-error nos permite modificar conductas en función de los resultados que se van obteniendo, retroalimentándonos de la experiencia adquirida y mejorando en la competencia mediante la práctica. Desaprender conductas preestablecidas y cambiar paradigmas nos permite abrir nuestra mente a nuevas perspectivas y conocimientos.
Copiando:
Imitando a personas eficaces en la habilidad que queremos aprender. Adquirir los patrones de actuación, a partir de los modelos de un rol.
La PNL estudia la excelencia y según ella crear modelos es el proceso que hace explícitos los patrones de comportamiento excelentes. ¿Cuáles son los patrones de comportamiento de los triunfadores? ¿Cómo logran sus resultados? ¿Qué es lo que les hace diferentes de la gente que no tiene éxito? ¿Cuáles son las diferencias que realmente importan?
Según la PNL si una persona es buena en una habilidad, otra copiando su comportamiento mental y fisiológico también puede llegar a adquirirla.
Es frecuente que los deportistas de élite y sus entrenadores estudien y visualicen videos de las estrategias y los movimientos de sus rivales. En qué momento hacen el saque, como balancean el cuerpo, dónde dirigen la mirada. La PNL nos dice que la mejor manera de obtener una habilidad es modelar el comportamiento de quien la tiene. Se basa en la premisa de 'cualquier cosa que tu puedas hacer, yo también puedo' (copiándote).
Qué tengáis un buen día.
Montse