Correr me mantiene en forma, y mientras que estoy en la faena les aseguro que tengo la mente clara y limpia. Además de gustarme el contacto con el aire, con la naturaleza –procuro correr, si puedo, fuera de circuitos urbanos, tanto en Rivas como en Tarragona— consigo pensar con facilidad, Encuentro soluciones más fácilmente y me concentro mejor.
Aunque hoy, el ritmo y la distancia han bajado bastante, sigo, asiduamente, saliendo a correr.
Y por qué les cuesto todo esto. Porque hoy ha sido un día especial. Hemos corrido juntos tres generaciones distintas. Mi nieta Paula, ni hija Aída y el que suscribe. Y para que quede muestra del acontecimiento. Aquí estamos apenas acabada la carrera.

No pierdo la esperanza de correr algún día con una cuarta generación. Ya veremos lo que el cuerpo aguanta, porque últimamente me están desgastando mucho los peperos.
Salud y República
