Tres habitaciones y un cadáver de Charlaine Harris

Mientras disfruta de una herencia que le permite una vida desahogad, Roe busca algo nuevo con lo que mantenerse ocupada. Cree que la venta de inmuebles puede ser divertida. ¿Y qué mejor para enseñarle los trucos del oficio que su madre, viva imagen de Lauren Bacall y propietaria de una de las inmobiliarias más importantes de la ciudad. Roe acepta mostrar una cara vivienda a unos clientes de fuera de la ciudad. La casa tienen su encanto, pero estos no parecen muy entusiastas con lo que encuentran en el dormitorio principal: el cadáver de otra vendedora.

Atención: Se recomienda no tener contacto directo con la señorita Aurora Teagarden; Laurenceton, Georgia. Acercarse demasiado a ella puede ocasionar la muerte. Toda persona que mantenga una amistad, compañerismo, o simple trato cordial hacia Roe se expone a estar en el punto de mira de toda clase de psicópatas. Este fenómeno está siendo investigado exhaustivamente, aunque posiblemente tardemos cinco libros más en encontrar una solución. Si en algún momento ignora esta advertencia y su cadáver es hallado por dicha individua, me reservo el derecho a manifestar un gran: ¡Ja, te lo dije!

Tercer libro de la saga Aurora Teagarden, y por tanto tercer asesino que aparece en la vida de nuestra ex bibliotecaria favorita. No hay que ser un lumbreras para darse cuenta de que lo que le pasa a esta mujer no es normal; hay gente propensa a las enfermedades, otra a que le acribillen los mosquitos -como a una servidora-, otra a que le toque la lotería -ese no es mi caso-, pero ser proclive a encontrar todos los cadáveres de los asesinatos acontecidos en tu ciudad es, cuanto menos, inquietante.

Después de los sucesos ocurridos en el anterior libro, La paciencia de los huesos, Roe ha dado un cambio bastante radical a su vida; está dispuesta a probar como agente inmobiliario en la empresa de su madre. Los problemas llegan cuando, enseñando una de las casas en venta a un posible comprador, encuentra el cuerpo sin vida de otra vendedora. ¿Quién ha podido hacerlo? ¿La mató un cliente mientras mostraba la casa? ¿Se trata de un asunto personal, o estamos ante otro asesino en serie?

Como es habitual en este personaje, no se quedará de brazos cruzados esperando a que el caso sea resuelto. ¿Para qué queremos a la policía si es mucho más interesante solucionarlo tú misma? Esa es Roe... Las personas tienen instinto de conservación, ella no. Y menos mal que es así, porque nos hace pasar unos momento hilarantes. Aunque tengo que decir que en este libro permanecerá durante bastante tiempo observando todos los sucesos, manteniéndose informada de todo, sin llegar a ser extremadamente temeraria; aunque, por supuesto, eso cambiará en algún momento...

Una de las cosas que más me gustan de esta serie es poder seguir la vida de la protagonista. Cada vez que leemos uno de sus libros nos encontramos con un nuevo caso a resolver, pero también con su cambiante vida amorosa-no diré nada sobre el nuevo hombre que aparece en su vida-, su relación con conocidos, su gata, sus inseguridades, sus ocurrencias, sus disparatadas decisiones..., pero todo ello escrito de una manera ingeniosa y con muchos toques de humor. Un personaje que me gusta cada vez más es su madre, la cual está ya curada de todo espanto.

-Estás convirtiendo esto en una costumbre- dijo mi madre seriamente-. No quiero recibir más llamadas del hospital en medio de la noche diciéndome que mi hija ha sido ingresada por una paliza. [...] -John y yo ya no somos tan jóvenes como antes, y necesitamos dormir mucho. Así que, si no te importa, ¿podrías conseguir que las palizas fuesen a horas más normales?

No puedo más que seguir recomendando esta saga; ágil, con diálogos divertidos e ingeniosos, intriga y suspense, momentos disparatados, y sobre todo una protagonista a la que adorarás cada vez más. Y es que alguien capaz de sentarse a leer un libro de misterio/policiaco mientras cree ser acechada por alguien, y sabiendo que un asesino anda suelto..., tiene mi entera atención, aunque solo sea para soltar una carcajada con su siguiente locura y temeridad...