Precio: 14,95€ / 1,7€
Sobre el autor: Óscar González VelascoImpresiones
Imaginémonos esas noches en el campo alrededor de un gran fuego, donde el más anciano empieza a relatarnos una historia. Así puedo decir que me he sentido al leer Tres meses de verano.
Leyendo la sinopsis podemos pensar que el argumento únicamente trata de esos tres meses de verano vividos por el viejo, el protagonista de la historia. Pero no es así. Esos tres meses marcaron su vida, e irá recordándolos mientras se los narra a su joven aprendiz Inuit. Sus recuerdos estarán ahogados en ese amor veraniego. Gracias a las breves narraciones nos adentrará un poco en la cultura japonesa. Pero el libro no trata sobre eso. Denuncia, si lo podemos llamar así la colonización que se hizo en América, pero extensible al resto del mundo y como el hombre blanco siempre se cree superior y menosprecia a todas las tribus que se encuentra a su paso, dado que son salvajes y no tienen conocimientos. Descubriendo que en demasiadas ocasiones tienen que recurrir a ellos, porque conocen más a la tierra que ellos mismos. Trata por tanto el tema del racismo, de la codicia, de la falta de respeto hacia los demás, no sólo a los "salvajes". Dado que nuestro protagonista será el blanco de muchas de las críticas de los vecinos de su pequeño pueblo, por ser distinto, aunque también todo serán halagos cuando el hambre aprieta; en una palabra conveniencia. Nos pondrá de manifiesto un tema muy en auge hoy en día: la eutanasia, y como ésta marcará al médico del pueblo. Así como la guerra. En este aspecto destacar que también el amor físico, no el interior o el AMOR con mayúsculas estará presente. Y es que cuando alguien tiene un defecto la gente lo verá primero y pocos se atreverán a ver más en el interior. Eso no ocurre únicamente en el plano amoroso, podría decirse que es una pequeña moraleja que acompañará a todo el relato en diferentes momentos.
El hilo conductor, así como el pequeño misterio del libro vendrá de la mano de una loba blanca.
En cuanto a los personajes principales nos encontramos al viejo, al Inuit y a Myra. Los dos primeros más desarrollados que el último. Pero aunque a Myra no la desarrolle en profundidad sus escasas apariciones son los puntos fuertes de muchos de los aspectos que quiere destacar el autor. No obstante cada habitante del pueblo juega un papel en toda la trama, están puestos por algún motivo, porque cada uno es el reflejo de un aspecto del ser humano.
No es un relato filosófico, pero sí que nos dejará al terminar con la sensación de ver en un espacio muy pequeño a toda la sociedad reflejada en él.
Mediante un narrador omnisciente conjugado con abundantes diálogos, pensamientos y las enseñanzas del viejo al Inuit seremos testigos no ya de esos tres meses de verano, si no de una historia que si bien no tiene puntos álgidos de giro, si que entraña distintos aspectos que hacen que esa historia narrada junto a una fogata imaginaria se termine muy pronto. Seremos conscientes de que el tiempo y el amor son efímeros o tal vez no y que perduran no solo en la memoria.
Existe la posibilidad de obtener la novela firmada por el autor si ésta es comprada en la web de la editorial ( http://www.desvaneditorial.com)
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