Hoy los Texans se encuentran en la Ronda Divisional, un lugar poco conocido para ellos en la era Bill O’Brien, aunque esta ocasión podría ser diferente. Pero esto se trata de las razones por las que no llegarán al Super Bowl LIV y por ello les doy tres argumentos sólidos.
1. Su mala defensiva
Uno de los problemas de este equipo es su incapacidad de frenar al rival, permitiendo muchas yardas y dando oportunidades de que les anoten. Tienen más puntos en contra que a favor en la temporada regular, para ser el único equipo que avanzó a los playoffs con números rojos (-7 puntos).
Es cierto, regresó J.J. Watt, pero por lo que mostró en Wild Card, no se encuentra al 100%. De no haber enfrentado a un equipo como los Bills, quienes no pudieron realizar ajustes tras el tercer cuarto, posiblemente estarían eliminados.
Terminaron en la posición 25 en yardas contra el acarreo y 29 en yardas contra el pase, algo que se debe ver con pesimismo pensando en los futuros rivales con ataques sólidos como Chiefs, Ravens y hasta los mismos Titans. Y no creo que mejoren en cuestión de días.
2. Dependen mucho de Watson
Es obvio que Deshaun Watson es su mejor jugador y que realiza jugadas increíbles en momentos críticos que ayudan a mantener la esperanza del triunfo. Sin embargo, esto no es un sistema sostenible y menos en playoffs ante mejores equipos.
La calidad de este quarterback los puede hacer ver mejores de lo que son en conjunto, pero no siempre podrá ganar los juegos por sí solo. Necesitan contar con Will Fuller, quien se la pasa lesionado (no importa cuando leas esto) para aprovechar lo largo del terreno de juego y preocuparlos con alguien más que no sea DeAndre Hopkins en el juego aéreo.
Los Texans jugarán en Kansas City gracias a que los defensivos de los Bills no pudieron conseguir el sack sobre Watson, y no por su gran juego en equipo.
3. La línea ofensiva no protege
El mayor problema de los Texans es que no protegen adecuadamente a su mejor hombre La semana pasada permitieron siete sacks sobre Watson, una cantidad brutal en contra de un quarterback con habilidad para quitarse la presión. Fue la primera vez en la que obtienen el triunfo cuando permiten más de seis sacks.
Los próximos rivales, aunque no están dentro de los mejores 10 de la liga en sacks, pueden en cualquier momento desequilibrar al rival con presión y cargas. Sabiendo de esta debilidad de los Texans, será como una invitación al blitz en cualquier jugada de pase.
Así se verán en problemas, porque anularán al hombre en el que dependen su continuidad en los playoffs.
Ustedes, amigos, ¿qué opinan? ¿Tienen los Texans lo necesario para llegar al Super Bowl? ¿Qué les falta? Esperamos sus comentarios.
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