Os dejo con un fragmento de las Lecciones:
Ahora bien, el idioma vulgar que contiene en boceto todas las ciencias posee también una psicología. Y esa psicología espontánea del lenguaje llama a todo ese caer yo en la cuenta ahora de lo que ya antes tenía y era, recuerdo, reminiscencia. He aquí el término que Platón elegirá para aclararnos lo que el hombre hace para conocer: acordarse. ¿Cabe nada más opuesto a la recepción, a la percepción? Así, en el Menón nos dirá formalmente: La investigación y el saber no son, en definitiva, más que reminiscencia (81 d) Concretemos, pues: cuando yo trato de saber si alguien es justo tengo primero que averiguar lo que es la justicia, y eso no lo puedo aprender de ese alguien ni de ningún otro hombre. Tengo que desentenderme de los datos que me llegan de fuera y recogerme en mí mismo, ensimismarme y solo conmigo, descubrir en mí el concepto de justicia. Conocer es, pues, ensimismarse; esto es lo que el hombre tiene que hacer para saber. Una vez que ha hecho esto, una vez que poseo el ser-justicia, vuelvo hacia fuera y puedo decidir qué hombres y en qué medida son justos, qué cosas son blancas, qué cuerpos son cuadrados (...) Los cuerpos, por ejemplo, no tendrán tamaños determinados, no serían cubos o pirámides o esferas si yo no aplico a ellas la geometría, si yo no las traduzco o transformo en formas y medidas geométricas. Pero esta geometría la pongo yo, viene de mí, es obra de mi labor íntima, de mi ensimismamiento. (pp. 461)