Triciclos y primeras bicicletas. Nuestra experiencia

Si hay un juguete que no pasa de moda y que nos ha acompañado a todos cuando éramos niños es, sin duda, el triciclo. La carita de emoción de nuestro hijo o hija al montarse por primera vez en uno de ellos es uno de esos momentos que se recuerda para siempre.

Los triciclos infantiles no solo no han pasado de moda sino que han sabido adaptarse a los nuevos tiempos. Aquel triciclo antiguo que todos tenemos en la memoria en poco se parece ya a la gran variedad de modelos que podemos encontrar en el mercado. Y no solo triciclos, también podemos encontrar correpasillos o incluso las primeras bicicletas sin pedales que acompañaran a nuestros hijos en sus aventuras de aquí para allá. ¡Ya no habrá quién los pare!

¿Quieres saber por qué tu hijo debería tener uno? Te cuento nuestra experiencia con los triciclos y mis hijos. ¡Uno de los juguetes que más hemos amortizado!

¿Por qué comprar un triciclo infantil?

El uso de este tipo de juguetes en los niños pequeños (triciclos, correpasillos o bicicletas sin pedales) tiene muchos beneficios. Favorece que desarrollen sus habilidades psicomotrices, así como la coordinación, el equilibrio y la orientación espacial. Todo ello mientras se divierten y exploran el mundo que les rodea.

Además fomenta el desarrollo de la autonomía y les permite canalizar y gastar esa energía tremenda que les caracteriza. Y esto no es cualquier cosa, ¿eh? Ya verás lo que te alegras cuando compruebes lo bien (y pronto) que se duermen por la noche después de una toda una tarde jugando y corriendo con su triciclo. Palabra de mamá cansada y con ojeras 😉

Por todo ello los triciclos y las primeras bicicletas son uno de los mejores regalos que podemos hacer a un niño.

La oferta de triciclos y correpasillos es muy amplia: distintos materiales, formas, prestaciones, accesorios, características, precios o incluso podemos encontrar triciclos evolutivos. Pero entre tantos modelos seguro que encuentras el mejor triciclo para bebés, que más se adapte a vuestras necesidades y presupuesto y que os proporcione horas y kilómetros de diversión.

En casa hemos probado varios de estos juguetes. ¿Queréis que os cuente nuestra experiencia tras haber utilizado triciclos, correpasillos y bicis con mis dos hijos? ¡Allá voy!

Nuestra experiencia con los correpasillos

Antes de pasarnos al triciclo compramos un correpasillos para mi primer hijo. Fue uno de los regalos que los Reyes Magos le trajeron justo cuando acababa de cumplir un año. Tenemos un vídeo grabado con su reacción al verlo. ¡Su cara mezcla de asombro y alegría es inolvidable!

También existen muchos modelos de correpasillos en el mercado. El de Gordito era uno sencillo, con un pequeño volante y algunas luces y sonidos con los que pasaba mucho rato entretenido. Al principio le costaba mantener el equilibrio en él, pero enseguida le cogió el truquillo e iba montado en su correpasillos a todas partes.

A pesar de todo el uso que le dio el correpasillos resistió el paso de los años y acabó siendo heredado por mi hijo pequeño. Para él ha sido también uno de sus juguetes favoritos y ahora resiste las carreras que todavía, los dos hermanos, organizan con él en el pasillo de casa. ¡Sin duda, uno de los juguetes más amortizados!

Del correpasillos al triciclo

El correpasillos, habitualmente, está pensado para ser usado dentro de casa pero no han sido diseñados para ser usados en la calle ni dar largos paseos con él en el exterior. Por ello, también acabamos comprando para nuestro hijo un triciclo de paseo evolutivo.

¿Por qué elegimos un modelo de este tipo y no un triciclo clásico? Nos parecía muy práctica la idea de poder usarlo con nuestro hijo durante mucho tiempo y de distintas maneras. Los triciclos evolutivos se van adaptando al crecimiento del bebé, empezando como una silla de paseo. A medida que el bebé crece se puede ir regulando en altura y añadiéndole los pedales para poder ser usado como un triciclo clásico.

Con los dos hemos usado nuestro triciclo durante varios años. Los triciclos evolutivos incorporan una barra trasera para que los padres lo podamos manejar cuando los niños son pequeños. El asiento tiene respaldo e incorpora sistemas de sujeción, lo que permite que los pequeños vayan cómodos y seguros.

Nosotros, al principio lo usábamos en lugar de la silla de paseo. A Gordito no le gustaba nada sentarse en la silla, pero en cambio cuando salíamos de casa con el triciclo se montaba encantado y podíamos dar largos paseos mientras él iba super contento.

Poco a poco y a medida que iban creciendo íbamos quitando el la barrera, el arnés para que pudieran usarlo como un triciclo normal. Lo cierto es que lo hemos usado muchísimo con ambos. Creo que es una inversión que también merece la pena, pues es divertido, práctico y se puede usar de varias maneras a lo largo de los años.

Su primera bicicleta sin pedales

Con nuestro primer hijo pasamos directamente del triciclo a la bicicleta con pedales y ruedines. El pequeñín de nuevo heredará la primera bicicleta de su hermano, ventajas y desventajas de ser el segundo hijo.

Pero para él, como paso previo antes de la bicicleta de pedales, estamos pensando en comprarle una bicicleta de equilibrio.

Este tipo de bicis también llamadas «balance bikes» son bicicletas sin pedales ni cadena, con ruedas más pequeñas y más ligeras pensadas para ser utilizadas por niños a partir de los dos años, aunque podemos encontrar algunos modelos que pueden ser usados por bebés a partir de un año.

Ventajas de la bicicleta sin pedales

Este tipo de bicis son una alternativa ideal para ser usados después de los triciclos. Son fáciles de aprender a usar y geniales para aprender a mantener el equilibrio y la coordinación, facilitando de este modo el paso a la bicicleta clásica.

La psicomotricidad es fundamental en el desarrollo evolutivo de los niños, por lo que todos los juegos y juguetes que ayuden a desarrollar este aspecto son necesarios para su correcto y saludable crecimiento. Una bicicleta de equilibrio es una opción estupenda y divertida, que además ayudará a fomentar su autonomía, seguridad y confianza en sí mismo. ¡Todo ventajas!

Ya solo nos queda decidirnos por alguno de tantos modelos que podemos encontrar en el mercado. Así que soy toda oídos, ¡contadme! ¿Qué bicicleta sin pedales me recomiendas? ¿Han usado tus hijos también correpasillos o triciclos? ¿A qué edad aprendieron a montar en bicicleta? ¡Os leo!