"Te preguntarás, Diana, por qué tardé tanto en contar esta historia [...] Por fin voy a evocar toda aquella locura argentina, a todos aquellos seres arrebatados por la violencia. Me decidí a hacerlo porque muy a menudo pienso en los muertos, pero también porque sé que no hay que olvidarse de los sobrevivientes."
Por fin se publican reunidas en un solo volumen las tres novelas con las que Laura Alcoba ha narrado una infancia ―su infancia― y, con ella, también la historia de la época más convulsa de la Argentina contemporánea: La casa de los conejos, El azul de las abejas y La danza de la araña. Aquí palpita una memoria viva y llena de claroscuros que nace en 1975, poco antes del inicio de la dictadura argentina, atraviesa el exilio en Francia y alcanza hasta la llegada de la adolescencia en un país que quizá ya sea el propio, pero quizá no. Esta historia a caballo entre un lado y otro del océano, siempre anhelando una patria imposible, tiene la carga de emotividad que solo el recuerdo de la infancia o la mejor literatura pueden invocar. Ambos están presentes aquí con una fuerza y una finura únicas. Todo un fenómeno editorial en Francia y ya un clásico de la literatura autobiográfica más reciente.
Con una prosa conmovedora pero jamás sentimental,sortear. En esa precoz pericia se juega su futuro, puesto en vilo una y otra vez por los cabos sueltos de la vida en fuga.
"Papá y mamá esconden ahí arriba periódicos y armas, pero no tengo que decir nada. La gente no sabe que a nosotros, solo a nosotros, nos obligaron a entrar en guerra. No lo entenderían. No por el momento, al menos", dice una niña de apenas siete años. Es 1975, y ella vive en La Plata con su madre, que tiene una orden de captura. Son tiempos funestos. Hace poco se mudaron y para la niña será un cambio radical: descubrirá el secreto, el encierro, el miedo.
En el nuevo hogar se crían y venden conejos. Esa es la fachada, aunque en verdad es una casa clandestina de Montoneros. Allí dentro los nervios y la ansiedad se aplacan limpiando pistolas y fusiles o en mateadas fugaces y amenas. Los compañeros mueren o desaparecen, cada semana el ambiente se degrada.
Laura Alcoba firma una novela que hilvana de manera natural el drama de un país y el abrupto despertar de una niña a un universo que apenas comprende pero que está obligada a La casa de los conejos narra de manera ejemplar y emocionante esa odisea, la de alguien que ve cómo avanza el cerco de la muerte. Un día descubrirá que esas marcas, aquellos aromas, una sonrisa, un momento de pánico, se han vuelto parte esencial de su pasado. Y también de su presente.
Es el año 1978 en La Plata. Una niña espera encontrarse con su madre, exiliada en París. Estudia sin pausa el francés, su futuro idioma, un aprendizaje donde conviven sueños y un velo de incertidumbre. Mientras, cada quince días, visita a su padre en la cárcel, un preso político en tiempos de la dictadura. Él también la prepara para el viaje y le recuerda que mantendrán la relación mediante correspondencia.
Cuando a principios de 1979 llega a Francia, la realidad corrige todas estas fantasías. No van a vivir en París realmente, sino en un suburbio; no en la postal del Sena, la torre Eiffel y las callejuelas que imaginaba, sino en el edificio algo extravagante donde está el departamento de su madre. La niña comprende de golpe que es una refugiada. No obstante, está a las puertas de un nuevo comienzo. El descubrimiento de una lengua que será suya, de un colegio que poco se parece al argentino, de los amigos exiliados que visitan a su madre y hacen el recuento de los compañeros asesinados o desaparecidos. En medio, las cartas a su padre y el tibio descubrimiento de la literatura, de la escritura como lugar inocente, lugar de encuentro y emoción.
El azul de las abejas es el relato en primera persona de una niña que, de manera vertiginosa, adquiere una nueva realidad. Un país y un idioma, la lejanía con su tierra original y con su padre, las sorpresas que cada día la deslumbran y atemorizan. Con esa candidez y esa precisión que solo se dan en la niñez, y que serán parte de su vida, porque son huellas imborrables. El azul de las abejas es un libro conmovedor sobre una infancia luminosa y renacida entre la memoria viva del dolor y el exilio.
La danza de la araña es el eslabón final de la trilogía. La niña ya mira de cerca la adolescencia y quizás más que nunca se halla entre dos mundos: el que está construyendo junto a su madre en otro país, con las incertidumbres, los súbitos deseos y temores de la edad; y el de su primera infancia, presente en recuerdos cada vez más lejanos, en los relatos que circulan en su departamento en las afueras de París y en las cartas que cruza con su padre, todavía encarcelado en la Argentina.
En el centro de la narración hay una tarántula que baila en su jaula cuando el dueño de casa regresa. Y el dueño la deja salir para que brevemente aproveche la libertad. La danza de la araña está pautada por esa música y ese contrapunto: la del encierro y la apertura, la de la cárcel y las cartas, la de una Buenos Aires de muerte y un París que promete un extraño renacimiento. Con una escritura primorosa, con emotividad arrebatada, Laura Alcoba teje la red de una memoria marcada por el dolor y la pérdida que se espeja en un presente palpitante, el que anticipa el vértigo de la juventud y el definitivo fin de la infancia.
Daniel Pennac en el prólogo del décimo aniversario de su publicación escribe: Volver a llevar La casa de los conejos al castellano, en ocasión del décimo aniversario de su publicación, es celebrar de la manera más bella el reencuentro de Laura con Alcoba.
También ha sido editora y traductora. Su primera novela, la celebradísima La autora:
Laura Alcoba (La Plata, 1968) vivió hasta los diez años en Argentina, cuando su familia se trasladó a París huyendo de la dictadura. Alcoba se licenció en letras y actualmente trabaja como profesora universitaria en la Universidad de París.
La casa de los conejos, que fue publicada originalmente en Francia por Gallimard en 2008, ha sido traducida a múltiples idiomas y sigue teniendo un impacto profundo en miles de lectores, además de ser lectura escolar obligatoria en muchos colegios. Más tarde, en 2013, aparecería El azul de las abejas (finalista de los dos premios más prestigiosos de la lengua francesa, el Médicis y el Femina) que, inspirándose en la correspondencia con su padre, preso en Argentina, narra su exilio en Francia junto al resto de su familia. La danza de la araña (ganadora del premio Marcel Pagnol), de 2017, cierra esta emocionante trilogía con la que Laura Alcoba se ha asegurado un puesto único en la literatura latinoamericana. Además, es autora de las novelas Jardín blanco (2010) y Los pasajeros del Anna C. (2012).
El libro:
Trilogía de la casa de los conejos (título original: Manèges: Petite histoire argentine, 2007; Le bleu des abeilles, 2013; La danse de l'araignée, 2017) ha sido publicado por la Editorial Alfaguara en su Colección Literaturas. Traducciones de Leopoldo Brizuela, Mirta Rosenberg y Gastón Navarro. Encuadernado en rústica con solapas, tiene 316 páginas.
Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.
Como complemento pongo un vídeo con una entrevista en la que Laura alcoba habla de su novela Trilogía de la casa de los conejos.