Revista Opinión

Trilogía de la precariedad: Agujero negro

Publicado el 17 febrero 2018 por Eowyndecamelot

Trilogía de la precariedad: Agujero negro

crisis económica, España, precariedad

" data-orig-size="960,642" sizes="(max-width: 500px) 100vw, 500px" data-image-title="crisis económica, España, precariedad" data-orig-file="https://bosquedebrocelandia.files.wordpress.com/2018/02/27866990_10215898833374305_1100106686413446281_n.jpg?w=500&h;=334" data-image-meta="{"aperture":"0","credit":"","camera":"","caption":"","created_timestamp":"0","copyright":"","focal_length":"0","iso":"0","shutter_speed":"0","title":"","orientation":"0"}" width="500" data-medium-file="https://bosquedebrocelandia.files.wordpress.com/2018/02/27866990_10215898833374305_1100106686413446281_n.jpg?w=500&h;=334?w=300" data-permalink="https://bosquedebrocelandia.wordpress.com/2018/02/17/trilogia-de-la-precariedad-agujero-negro/27866990_10215898833374305_1100106686413446281_n/" alt="crisis económica, España, precariedad" height="334" srcset="https://bosquedebrocelandia.files.wordpress.com/2018/02/27866990_10215898833374305_1100106686413446281_n.jpg?w=500&h;=334 500w, https://bosquedebrocelandia.files.wordpress.com/2018/02/27866990_10215898833374305_1100106686413446281_n.jpg?w=150&h;=100 150w, https://bosquedebrocelandia.files.wordpress.com/2018/02/27866990_10215898833374305_1100106686413446281_n.jpg?w=300&h;=201 300w, https://bosquedebrocelandia.files.wordpress.com/2018/02/27866990_10215898833374305_1100106686413446281_n.jpg?w=768&h;=514 768w, https://bosquedebrocelandia.files.wordpress.com/2018/02/27866990_10215898833374305_1100106686413446281_n.jpg 960w" class="aligncenter size-full wp-image-2214" data-large-file="https://bosquedebrocelandia.files.wordpress.com/2018/02/27866990_10215898833374305_1100106686413446281_n.jpg?w=500&h;=334?w=500" />

(viene de) Las cosas empezaron a desaparecer en su casa.

Al principio casi ni se percataron. Los calcetines se desparejan en la lavadora. A veces alguien de la familia se come algo de la nevera y luego no lo recuerda, o no lo quiere recordar. Es normal que creas tener un billete de cinco euros cuando en realidad ya lo has gastado.

Pero fue a más.

De pronto, echaron a faltar objetos. Primero, pequeñas piezas de decoración. Luego, muebles auxiliares. Al final, mobiliario esencial. Electrodomésticos.

Los armarios estaban vacíos de ropa. La cocina, desmantelada. Sólo persistían las puertas y las cerraduras, que atestiguaban, al mismo tiempo, que nadie entraba en casa por la noche.

Pronto, ellos se dieron cuenta de que también comenzaban a desaparecer otras cosas, menos tangibles. La paz. Las sonrisas.

Subitamente, se dieron cuenta de que había desaparecido cualquier asomo de amor o amistad que hubiera podido existir entre ellos. Ni siquiera los echaron de menos.

No había deseos de divertirse. Ganas de vivir. Sólo quedaba el ansia. Un ansia ilocalizable, inasible, pero dolorosa, torturante. Un odio-comezón rabioso como el de una herida que siempre está a punto de curarse, y nunca lo hace.

Un día, lo localizaron. Era un enorme agujero negro, ubicado en uno de los cajones del mueble del recibidor. Entonces se miraron, como hacía tiempo que no lo hacían. Dieron un paso adelante. Sin sentimientos, porque ya todos se habían ido. Se marcharon.

Era justo el cajón donde guardaban los documentos de su banco.

Anuncios &b; &b;

Volver a la Portada de Logo Paperblog