El 13 es un número muy importante en el mundo de las fobias, uno de nuestros miedos más primigenios e irracionales, como demuestra el que algunas personas tienen al séptimo número primo. El origen de este miedo desproporcionado lo encontramos en diversas culturas ancestrales como la babilónica, la egipcia, incluso en la mitología escandinava.Ya en el Codigo de Hammurabi (conjunto de leyes recogidas por el rey de Babilonia alrededor del año 1.760 antes de Cristo) se saltan el número 13 en la lista por considerarlo de mal agüero.También en la mitologia escandinava es conocido el banquete en el Valhalla, donde fueron invitados 12 dioses, y en el que se colo el maléfico Loki (espíritu de la ira, el engaño y el mal) invitado número 13 que ocasiono una lucha donde murió el favorito Balder.Entre los egipcios la vida consistía en la búsqueda de una ascensión espiritual que sucedia a lo largo de trece etapas, doce en esta vida y una última, la 13, en la vida eterna tras la muerte.En la tradición cristiana se tiene en cuenta el no sentar trece personas a la mesa, y parece que su origen esta en que durante la Última Cena, Jesucristo junto a sus doce apóstoles sumaban el número 13.En nuestros tiempos son muchos los edificios que omiten el número en sus ascensores y saltan de la planta 12 a la 14, porque la 13 no existe ni se la quiere nombrar.El nombre de triscaidecafobia tiene su origen en el griego, de la combinación de "triscaideca" que significa "trece" y de "yphobos" que significa "miedo".Aunque no creáis que todos los pueblos del mundo tienen fobia al mismo número, en Japon por ejemplo, evitan el número 4. Además al pronunciarlo su sonido se parece al que utilizan para la palabra "muerte". Por eso en los hospitales el numero 4 no aparece en los teléfonos ni en la numeración de las habitaciones.Y además el número 13 incluso tiene sus ventajas...