Revista Opinión
El genial Claude Levi-Strauss, padre del estructuralismo, escribió “Triste trópicos” que a mí me suscita una leve, e improcedente, reminiscencia a los trópicos de Henry Miller pero que a los 4 crueles asesinos de Las Azores seguramente sólo les hace reír porque ellos sólo piensan en barriles de petróleo, como Ana de Palacio se encargó de recordarnos a todos con aquella famosa frase de que el petróleo se pondría tan barato que daría asco, como consecuencia de la masacre criminal de Irak, porque, para todos estos asesinos, el mundo sólo se mueve, se debe mover y se moverá por simples motivos económicos.Que los motivos jurídicos no sirven absolutamente para nada se demuestra pensando en la jurisprudencia que creo el Tribunal de Nuremberg, según ella, 3 ex presidentes de los Estados más prestigiosos del mundo y el de la Unión Europea, que se excusará diciendo que él sólo era un anfitrión, deberían de haber sido ya juzgados por ese crimen contra la Humanidad que todos los día arroja unas decenas de muertos de tal modo que ya se supera ampliamente el millón de víctimas.El mundo es ancho y ajeno nos dijo un gran autor suramericano, tan ajeno es que, en él, ni siquiera contamos, como víctimas, los pobres, ni como carne de cañón o de atentado, si acaso como números en las cuidadosas estadísticas de posibles y seguros consumidores. Es por eso que los genios de verdad inventaron la Super Bowl y el fútbol inglés, las únicas dos cosas que realmente interesan en este asqueroso mundo. Pero cometerá un gran error quien piense, una vez más, que yo pretendo, aquí y ahora, escribir sobre el fútbol, éste, en sí mismo, no es más que el peor de los engañabobos.Cuando yo pensaba titular este trabajo “el sucio y mafioso mundo del fútbol español está no sólo loco sino también amedrentado” ni siquiera rozaba la esencia de este juego tan estúpido que se practica con los pies, sino que trato de poner en evidencia que, en el palco del Bernabéu concurren, los días de partido, lo peor de las esencias de este asqueroso país ante la envidia insana del resto de los españoles.De vez en cuando, aparece por allí uno de los asesinos de Las Azores y es recibido con fruición por uno de los hombre que más le debe, el siniestro canalla con modales de obispo, el hombre que le ha hecho decir a un nuevo grande de España, en una entrevista radiofónica realizada por uno de los grandes embusteros españoles, que sí, que realmente tenía miedo, porque el terrible y obispaceo individuo es realmente muy peligroso, tanto que su predecesor en el cargo dijo también que él no sólo teme por su vida sino también por la de todos los miembros de su familia y, por último, al entrenador que se atrevió a enfrentarse a su gang, con aquello de que el más estruendoso de sus miembros era un canalla, algo le ha tenido que ocurrir, algo le han tenido que decir para que nos comunique que el considera al gangster que lo insultó, como es su cotidiana costumbre, de la peor de las maneras acusandolo de venderse al mejor postor que, por cierto, es él mismo, precisamente, “que considera a su insultante no sólo el mejor entrenador del mundo sino la mejor de las personas y que está dispuesto a irse con el de cañas, siempre que pague él porque es el hombre que más dinero gana en el mundo con esto del fútbol”.Y, entonces, llega el Rey y hace marqués y grande de España a un hombre que no hace tanto tiempo se manifestaba lleno de temor ante las posibles represalias contra él y su familia por uno de los amos del cotarro actual.¿Es o no es el del fútbol un mundo mafioso, absolutamente gangsteril, que pasa de la justa ira ante el peor de los insultos a la reverente pleitesía ante el poder desnudo, mientra otros se esconden no se sabe bien donde, temiendo terribles represalias y uno de los represaliados asciende al Olimpo de los grandes de España, seguramente para situarlo lejos de los que tanto y tan bien saben represaliar a los que no les obedecen ciegamente?