Reuniones interminables , jugadores confundidos con su destino, fans impacientes, pérdidas económicas millonarias, impacto social , turístico y económico en ciertas ciudades de EE- UU , rumores infundados , amenazas de nuevas ligas, pedidos y ruegos de políticos y líderes , tristeza , desazón , pesimismo y mucho más es el balance negativo del lockout de la NBA
A veces nos preguntamos ¿hasta cuándo podremos soportarlo?. La fiesta y el espectáculo del baloncesto se está manchando y está dejando un sabor amargo para nosotros los comunes mortales que solo entendemos el lenguaje de la diversión y emoción de ver a nuestras estrellas relucir en el tablón.
No entendemos como los representantes de los jugadores y de los clubs no se pueden poner de acuerdo en la negociación de condiciones. Si el problema principal radica en que la mayoría de las franquicias de la NBA están perdiendo dinero y los que sufrirían son los jugadores porque verían su sueldo recortado, porque no mejor recapacitan y ceden por el bien de todos, ¿será qué la avaricia y la intolerancia están desvalorizando el baloncesto?
Ojalá qué en los países que aún prima el espectáculo sobre el dinero se tome como ejemplo este saldo negativo del lockout y se priorice el sueño de James Naismith de crear un juego libre sin ataduras, para las masas.