Revista Coaching

Triunfar es posible. Descubre qué te lo impide realmente.

Por Kheldar @KheldarArainai

Triunfar con tu proyecto de vida, con tu intento de emprendimiento y con lo que se te ponga en los cojones no es tan sencillo.

No basta con llegar y besar el culo de cualquiera que te prometa el Santo Grial. Exige más de ti de lo que cualquiera supone en un principio.

Cuando uno asume el papel y la responsabilidad de ser una roca de guía para otros, hay una constante de crecimiento en consecuencia.

Como tú, miles de personas llegan a mi página web todos los días, y se paran a leer mis escritos sobre autoeducación, personalidad, relaciones y estilo de vida.

Súmale a eso mis libros, un éxito modesto en mis videos de YouTube y los cursos y eventos que dirijo; además de mi vida en sí misma (si me conoces en persona, entenderás mejor esto último).

Ya son bastantes las personas cuyas vidas toco, y aún con mi forma de ser tan tocapelotas, lo hago cuidando de mi intención y de mi integridad.

A mí no me interesa vender trucos, técnicas, métodos o estructuras. Me basta con compartirme a mí mismo.

No puedo enseñarte nada que no conozca… Y aunque las conozca, habrá cosas que no sepa enseñarte; pero puedo acercarte a ellas compartiendo mis experiencias. El resto del camino te toca cubrirlo a ti.

Esa es mi creencia y la verdad en la que me baso.

Ahora bien… Cuando alguien me viene con quejas, normalmente es porque no han puesto su parte donde tocaba. Y se les nota.

Recibo correos y mensajes privados colmados de veneno, reproches y decepciones. Me llegan por parte de personas a las que, básicamente, han estafado a conciencia. Cayeron en estrategias de venta como la de sobreprometer para generar hype, y no cayeron precisamente con el tonto de la esquina.

Se la suelen meter personas y compañías de cierto nivel de fama.

Y como soy de las pocas personas abiertamente críticas con todo, y he mencionado públicamente muchos de estos chanchullos, llegan hasta mí. A todas horas.

Lo que buscan, y lo que les motiva, es muy sencillo.

La última esperanza de recibir ayuda. O simplemente ventilar un poco.

Tal vez ambas cosas.

¿Por qué estás tú aquí, leyéndome? Es posible que sea curiosidad morbosa.

O por lo que opino sobre ciertas formas de triunfar.

¿Buscas vivir una vida mejor?

¿Deseas romper moldes, mitos y cadenas?

¿Persigues la felicidad, o al menos confiar más en ti?

¿O más bien tratas de encajar en el molde del éxito que te vende cualquiera?

Creo sinceramente que ese es el mayor problema: lo que nuestra sociedad nos exige que seamos para encajar en el mundo.

Nos hace sentir que vamos escasos o flojos en ciertas áreas, con las que terminamos obsesionados. Nos invita a pensar que no somos ni tenemos suficiente. Ya ni siquiera para hacer algo de provecho con nuestras vidas, sino para estar simplemente a gusto.

Es entonces cuando cometemos LA GRAN CAGADA: buscar alguien que nos salve de nosotros mismos.

O mejor dicho, de esa disforia socialmente retroalimentada.

Por eso, me gustaría dejar algo claro en este mismo momento.

Nadie puede correr tan lejos ni tan deprisa como para escapar de sí mismo…

Y yo no puedo salvarte de ti, ni de cómo te sientes.

La cuestión es, querido lector o querida lectora, que aunque pudiese NO QUERRÍA.

Y que además me enorgullezco del hecho de que nadie me haya “salvado” a mí.

Porque en todo esto reconozco tres prácticas habituales:

  1. Tratar de estar más y mejor formado, para ganar en perspectiva y enfoque. Que no es malo de por sí, pero no sirve de mucho. De hecho, conozco cientos de personas que estaban de puta madre y empezaron a ir en picado por tratar de añadir cosas de más a su negocio, a su vida o a sus relaciones. Los ingleses llaman a esto overkill, y nosotros saturación.
  2. Tratar de enfocarse en resultados. Lo que normalmente equivale a cifras: más citas, más prospectos, más sexo (en el caso de los que me vienen por el tema del ligue). Más dinero, en el caso más general.  El problema con esto es que suelen echar balones fuera, centrarse en técnicas y herramientas (Facebook Ads, Tinder…) y descuidar lo demás. Todo bajo la idea de que iniciar más procesos les traerá mayores resultados.
  3. Simplemente tirar la toalla. Porque no salió como querían, y pasan de invertir más recursos que no van a recuperar a corto o medio plazo… O que no van a recuperar jamás, directamente.

Pero a nadie se le suele ocurrir lo de pulirse a todos los niveles y andar en equilibrio. Pisando firme sobre los dos pies. Con la suficiente presencia de ánimo para no esconder nada; porque las cagadas definen tanto como los éxitos.

Triunfar es posible. Descubre qué te lo impide realmente.
Recuerda el refrán: se aprende más sobre ti viendo cómo resuelves un problema que a través de cómo te portas cuando estás bien. - Es un sexy tweet. ¡Compártelo!          

Reconciliarse con uno mismo es nuestro deber, y hacer trampas no nos ayudará a triunfar

Bajo ninguna circunstancia desearía ofrecerte la fábula del zapatero (que se iba a dormir cada noche con el trabajo sin hacer, y por la mañana encontraba que unos duendes lo habían hecho por él)… Porque eso, sencillamente, es irreal.

No vas a ver amanecer el día que, sin haber puesto lo que tienes que poner de tu parte, tu vida cambie radicalmente. Bueno, a no ser que hablemos de tu muerte o de una enfermedad severa. En eso sí que te van a llegar cambios drásticos independientemente de lo que hagas.

Hay mil estrategias para ello, y ninguna es como ir al McDonald’s

Tomarte la píldora roja (la venta más frecuente dentro del mundo de la autoayuda y el life coaching), es como ir al fast food del desarrollo personal.

Habrá talleres donde te hagan caminar sobre las brasas. Donde te hagan acercarte a hablar con cien desconocidos en una noche y sacarles algún dato de contacto. Donde practiques técnicas de venta y de comunicación.

Y todos con el enfoque americano de la macrofiesta, para que salgas riendo más que en años…

Aunque luego sigas siendo el mismo patán que entró; pero con menos dinero en el bolsillo, y alguna que otra idea que tal vez hasta te sirva de algo.

Pero, ¿qué te queda realmente de ello?

La euforia, mezclada con adrenalina y acciones sin propósito más allá del entretenimiento.

El mismo bálsamo que has estado usando para tapar todo aquello que llevas dentro y que quieres evitar afrontar.

Siendo honestos, así es como esta gente consigue tantas ventas: promesas estrafalarias y poco realistas, con la capacidad de provocar tu euforia.

Esa es la mejor manera de engancharte a la espiral del consumo:

Mantenerte siempre en el limite entre el descontento y la ambición de triunfar…

Y que tú mismo les atribuyas el papel de salvavidas.

¡Su triunfo es tu derrota!

La hostia de profundo, ¿verdad?

Tu problema sigues siendo tú, pero esta vez te dejas explotar. Así que romperé un poco más tu burbuja.

Cada vez que empiezas un proyecto o un cambio en tu vida y te atascas, no es porque seas inútil.

Es porque estás a matar contigo mismo. Con tu propia persona.

Es porque estás en transición, y tienes que conectar todo lo que estás aprendiendo ahora con todo lo que ya has aprendido.

¿Por qué el 99% de los coaches y blogueros no van a triunfar JAMÁS?

Muy sencillo.

A esta gente raramente se le dice que tienen que crear su propia identidad, su propia voz y su propia práctica.

Y cuando se les dice, queda solamente en palabras.

Lo que se les anima a hacer en realidad es a copiar emular las prácticas de marketing, de comunicación, de creación de contenidos y de trabajo que otros les cuentan.

Como resultado, esta gente NO ESTÁ comprometida con crear una forma de conectar su identidad y sus aprendizajes con el servicio que hacen al mundo.

Y menos todavía con conectarse al mundo y a otras personas.

Los dos primeros puntos no son tan importantes, pero la falta de compromiso contigo mismo es crucial. Es lo que tiene la culpa de que sigas fracasando.

Tu apego a lo que “parece funcionar para algunos” es lo que te mantiene cegado (y lejos de lo que funciona para ti). - Es un sexy tweet. ¡Compártelo!    

A ver si así te queda claro.

Si no lo consigues poner en perspectiva, no vas a triunfar en tu empeño.

Da igual qué consejos sigas. Da igual incluso que los hagas funcionar, porque su realidad seguirá siendo muy ajena a la tuya.

Pongamos un ejemplo de los que ponía cuando daba lecciones sobre seducción.

Cada vez que te arrugas al tratar con un desconocido no se debe a que seas un inútil con los temas sociales. Tampoco a que seas incapaz de relacionarte con las personas de tu sexo deseado.

Me da igual que te sientas poco ágil, que te escudes en la introversión o la timidez, o lo que sea. Para mí, es muy sencillo.

No puedes triunfar como deseas porque cada interacción con alguien te remueve emociones que no has explorado ni afrontado personalmente.

O cada nuevo propósito que persigues, de hecho. Esto lo digo cuando hablo sobre los negocios digitales, el emprendimiento online y todas esas vainas.

Evitarte a ti mismo impide que conectes adecuadamente con los demás, porque te tira todos los puentes.

Y en un mundo ideal eso no importaría; pero en este, a pocos les apetecerá remar hasta ti si lo haces.

Por supuesto, tanto tus hábitos como los ambientes donde te muevas te van a predisponer a evitarlo tanto como a mantenerlo.

De ti depende.

Cada vez que prefieres ir a un evento donde todos vistan su máscara y esgriman su discurso de ventas es una piedra más sobre tu tumba.

Tú lo que necesitas para triunfar es una visión más humana.

Una que pueda conectar con la situación en la que estás y ayudarte a llegar a la que deseas, pero mostrándote a ti. No convirtiéndote en otra persona enmascarada más.

Eso solamente puede llevarte a una depresión.

¿Cómo afronto estos casos cuando surgen?

Me toca definir distintas maneras de triunfar aquí.

Por un lado, uno de mis objetivos es criticar y combatir la guerra de sexos (que no es, sino que nos viene impuesta). Para ello me propuse dar orientación socioafectiva.

Uso consejos y estrategias para la autoregulación emocional, para comprendernos mejor a nosotros mismos y para mejorar las relaciones con el sexo deseado.

Por ello hay mujeres (¡sorpresa!) y hombres que me escriben a diario en busca del elemento que les falta, o para descubrir si acaso ese es su problema.

En mis casos favoritos, me escriben porque andan en busca de claridad. De retirar lo que les sobra para poder triunfar como desean.

A todos, no me canso de decirles “tu problema eres tú”…

No puedes imaginarte la cantidad de gente que ha terminado con una depresión profunda tras ver colmado el deseo inicial que les trajo a mí, o directamente, a mis nichos.

Adultos hechos y derechos llorando y desconcertados, ya que (literalmente) se han ahorcado con su propia cuerda de rescate.

Se han llevado un golpe por sorpresa y no comprenden el motivo.

Y para explicarles todo esto, la sabiduría popular sigue siendo útil.

¡Querer arreglar un problema que no es real te provoca varios que sí lo son!

Yo al principio me limitaba a señalarle a la gente por qué camino podrían ir y las opciones que tenían para recorrerlo.

Sin involucrarme personalmente más allá de lo estrictamente necesario. Sin dar más allá de una opinión, debidamente fundamentada.

Y no me molestaba en decirle a nadie que no es lo mismo pensar el camino que recorrerlo.

Es decir, que no es igual pensar que sabes lo que necesitas que descubrirlo realmente.

Tampoco se parecen el pensar que sabes lo que vas a conseguir por hacerte caso de según qué personas y consejos; que darte de morros contra ello y verlo en toda su gloria.

Sabiendo esto, comprenderás mi proceder actual

Prefiero redirigir a las personas hacia sí mismas, y conectarlas a una Comunidad.

Pero no me limito a aceptar a cualquiera que pueda pagarme y crea que le ayudaré, sin mayor profundidad que esa.

Por lo normal mantenemos una charla abierta y constante por las redes sociales antes de nada. Me interesa conocer sus intereses y antecedentes. Dedico el tiempo a averiguar si son personas comprometidas consigo mismas y capaces de ponerse las pilas. Suponiendo que sea el caso, pasamos a hablar de mis ofertas de acompañamiento educativo.

¡Lo mío es una Comunidad de Aprendizaje!

No es ni entrenamiento, ni adiestramiento, ni adoctrinamiento.

Yo estoy presente, y el resto del grupo también; pero es cada persona la que sigue su camino.

Por mi parte la función es la de cuestionar, desafiar, contradecir y presentar opciones. Y sobre todo, animarte a buscar tu propia respuesta.

No a través de preguntarme a mí, sino creándola por tu parte.

Tu punto de vista no debe depender de mis impresiones ni de lo que yo opine. - Es un sexy tweet. ¡Compártelo!          

Además, debo admitir que parte del trabajo no es nada grato. ¿Por qué, preguntas?

Porque no nos escondemos del Lado Oscuro.

¿A quién le gusta enfrentarse a sus miedos, a sus inseguridades y a todo lo que niega de sí mismo?

Y peor todavía, ¿a quién no le jode lidiar con todas las personas que te critican por intentar ser feliz contigo mismo?

No podemos ser felices siendo auténticos, en vez de intentando encajar en sus moldes a costa de nuestra propia integridad.

O eso es lo que piensan algunos, porque ellos tuvieron que encajar para poder salir adelante.

Por esto manejo el concepto de Alquimia Interior…

Por esto es por lo que vemos tan pocas personas triunfar y ser realmente exitosas en el mundo.

Cualquier persona que esté viviendo bajo sus propias reglas y haya asumido del todo la responsabilidad que conlleva, ha pasado por esto ya. Y me dará la razón.

Otros, incluso aquellos que más quieres si no te comprenden, te pisarán la cabeza si la sacas por encima de la masa.

Y es jodidamente problemático. Es casi como tener la sensación de salir del vientre de tu madre mientras hay fuerzas empujando para mantenerte dentro.

Para vencerles y triunfar a toda costa, tienes que emplear tu verdadera fuerza

¿Y qué es la verdadera fuerza?

Esa que viene de los mayores y más complejos desafíos emocionales, donde debes tomar la decisión firme de honrarte y responsabilizarte.

No de la cantidad de personas que te crean cuando muestras una fachada o una máscara nueva. Tampoco de la cantidad de seguidores que tengas en tus redes, en tu lista de correos, en tu página web o en tus grupos de Facebook. Ni de la cantidad de ventas que consigas de tus infoproductos, tus cursos o tus mentorías.

Cualquier persona que se mueva bajo este interés (el de parecerle atractivo, socialmente hábil o aceptable a la masa) lo lleva crudo.

No sólo porque necesita madurar, sino porque al difundir ese ideal tan tóxico, no tardarán en pasar de su culo.

Se precisa de un amor propio a prueba de gilipollas, que sea asqueroso y envidiable a la vez

Triunfar es posible. Descubre qué te lo impide realmente.
Una persona que se arriesga a todo con tal de afirmar aquello en lo que cree, no siente la necesidad de demostrarle nada a nadie. - Es un sexy tweet. ¡Compártelo!          

Se limita a mostrarse sin más. Y así, los demás pueden conocerle mejor y tomar decisiones informadas sobre lo que puede aportar a sus vidas.

Así es como la autenticidad se ganó su poder afrodisíaco. Así es como los demás te darán una validación meritoria.

Pero este camino para triunfar no está exento de responsabilidad personal.

Como Pedagogo y educador, creo en el desarrollo personal y profesional.

En mi faceta de librepensador, creo en la responsabilidad frente a (y respecto de) uno mismo.

Como canalla y tocapelotas, creo en la transformación y en sus incomodidades.

Y la transformación implica un toque de violencia, en el sentido de que habrá conflictos.

Crearemos ideas y actitudes, destruiremos otras. Y al final, permaneceremos nosotros.

Lo que no pienso ponerme a crear es una legión de personas confusas e indecisas, porque ni se conocen ni son capaces de definir y decidir su rol en este mundo.

Y paso todavía más de sumar a su confusión una lista de técnicas y herramientas que supuestamente les aportarán felicidad… En vez de atender a las razones reales de esa falta de felicidad.

Que, irónicamente, muchas veces está en hacer las cosas para que a otros les parezcas una persona de bien.

¿De verdad necesitas esa validación?

Toma un tiempo para observar con seriedad y atención tu propia vida, en todas sus facetas.

Tu vida es un reflejo directo de lo que sientes por y sobre ti… Y sobre lo que te das permiso para tener y ser. - Es un sexy tweet. ¡Compártelo!          

¿Coincide con tus ideales, o es un derivado de lo que las circunstancias y las presiones externas obligan y exigen?

Hazte esa pregunta y responde con sinceridad, o por favor, vete a tomar por culo y no vuelvas a leerme nunca más.

No quiero alimentar ni alentar a un público irresponsable.

No me contento con las medias tintas nunca más.

Si no te da la gana de sacar la basura y comprometerte por completo, no quiero saber nada de ti.

Ahora bien, si estás en el momento de buscar tu claridad, soy todo tuyo.

Y si no te decides por una cosa o la otra, mantente en el grupo de los que todavía no tienen la fuerza necesaria para dejar de huir de su vida.

El primer paso para triunfar en la vida es perderle el miedo a vivir tu vida tal como es en cada momento.

Si te asusta, acéptalo y hazte cargo. No te desentiendas. Afróntate a pesar del miedo, y si tienes que cagarla, pues equivócate.

Después, corrige el rumbo basándote en tus errores; y después empieza a triunfar.

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El primer paso para triunfar en la vida es perderle el miedo a vivir tu vida tal como es en cada momento. - Es un sexy tweet. ¡Compártelo!          

Si tienes que gritar o romper algo, hazlo. Si lo intentas con mi cara, no te prometo que no te lo devuelva. Un cojín no devuelve los golpes.

Tienes todo mi permiso y mi apoyo para sentirte como sea que te sientas.

Pero no es mi permiso el que necesitas, sino el tuyo.

Especialmente para no reprimir tus emociones. Yo también he estado en ese pozo, y si me apuras, en una de las capas más bajas.

Por eso, quizás tenga mayor sentido y peso cuando te digo esto:

Debes aprender a sostenerte y apoyarte por tu propia mano. Todo lo demás es poder prestado, nunca personal.

No vuelques tu inestabilidad emocional en los demás. Es tu responsabilidad lidiar con ello por tu cuenta, tanto como seas capaz.

Esto no significa que no compartas tus problemas si es necesario, sino que no te conviertas en un parásito emocional.

Aquel que busque triunfar, que gobierne primero sobre sí mismo

Aprende a estabilizarte por tu cuenta. Después, una vez que tú lo has afrontado puedes compartir tu experiencia con los demás desde una postura firme.

Es únicamente responsabilidad tuya afrontar tus emociones. Hace muchos años que dejaste de ser un bebé, por mucho que todavía puedas beneficiarte del apoyo y del cariño de los demás. Pero eso no te purifica. Siente las emociones que portas, y déjalas aflorar. De ahí es de donde nace la extraordinaria combinación de vulnerabilidad y fortaleza.

No podría contar las veces que me he reconocido a mí mismo en una historia, en un momento dado… O me he mirado al espejo… O he pensado en mis actos… Y he terminado llorando.

Algunas veces incluso con velones, hipidos y rojeces. Pero fui capaz de permanecer en esos momentos y afrontarlos de la mano conmigo mismo. Y más importante, pude darme cuenta de que no me pasa nada malo.

La frustración y la tristeza se acumulan si no las dejas que salgan… Dejas que escapen y encuentras alivio. Sin más. Te sientes brutal después de ello. Reconectado contigo mismo de una forma indescriptible.

Llorar es algo que se condena socialmente, especialmente si eres un hombre… Aunque no recomendaría desestimarlo, por su tremendo poder.

Una vez rotas las cadenas…

Cuando la persona está dispuesta a afrontar la experiencia, hablamos brevemente acerca de qué le gustaría lograr, y de su relación con su vida.

Los problemas reales afloran bastante deprisa. Su propia presencia se empeña en demostrar aquello que falla.

Para mí, es esta la mejor de las cosas que consigo: crear un espacio donde ser uno mismo sea tan natural y tan aceptado que sería ridículo no serlo.

Este primer paso permite avanzar.

El resto del proceso va de sacar lo que llevamos dentro y de mejorar en lo posible. Comienza observando atentamente y trabajando esos asuntos.

A partir de ahí, cuando la persona conoce por su propia mano aquello que le aqueja, nos vamos al aspecto de celebrar la belleza de la vida.

Esta parte es la más intensa y la que fluye más fácilmente, ya que nace de nuestra apreciación natural por las cosas que vivimos y la gente con la que compartimos… Y no de la búsqueda de resultados concretos.

No es tu deber enamorarte de otra persona tal cual. Si no estás sintiendo un amor por los demás que existe de serie, te toca investigar por qué y limpiar el atasco.

Lo que sí debes hacer es enamorarte profundamente de tu propia persona. - Es un sexy tweet. ¡Compártelo!          

Tal y como lo hace una pareja tradicional, pero contigo mismo: aceptando los cambios y las diferencias, apoyándote en los momentos de fragilidad y flaqueza, formando vínculos de nutrición y respeto.

Guíate a través de tu propia tormenta, y emergerás renacido y bautizado…

Como un ser humano que no necesita aprender a ligar, a venderse bien o a manipular a otros con experimentos para triunfar.

Serás alguien con una vida digna de ser vivida y compartida.

Triunfar es posible. Descubre qué te lo impide realmente.
Una persona auténtica no necesita de recursos desleales porque está demasiado ocupada viviendo la vida y disfrutándola a su manera. - Es un sexy tweet. ¡Compártelo!          

Y no necesita trucos ni rollos raros para llamar la atención de los demás, porque su vida ya lo hace sin más esfuerzos.

Deja lo demás para los inmaduros. Pronto se les termina el chollo.


Cúentame: ¿qué consejos has seguido este año? ¿Cómo te ha ido con ellos?

También me gustaría saber tus mayores triunfos y tus mayores cagadas, cómo no. En especial si han tenido que ver con buenos o malos consejos… ¡Y más todavía si alguno era mío!

⊂⊂
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