Revista Mundo animal
Menudo cipote se ha armado en Catalunya con la supresión del toreo. A mí los toros ni me gustan ni me repelen; toda mi vida he convivido con ellos, sólo fui a una corrida hace más de 20 años y porque me invitaron. No he pagado ni pagaría por ir a una y tampoco las miro por la tele. Por lo visto en Catalunya los toros eran un problema "nacional" y de una magnitud tal que "en todo el mundo" se han hecho eco de esta decisión tan importante del Parlament. Ahora supongo que también deberían suprimir la caza por la desproporción de medios usados -armas de fuego de última generación- para matar o herir animales por el mero placer de hacerlo con el agravante de que si al propietario le da un "arrebato" puede matar al que se le ponga por delante. Espero que también prohíban la matanza del cerdo de gran arraigo catalán en que participan los niños ya sea como espectadores o recolectores de la sangre que mana el cerdo degollado. Es posible que prohíban también la producción y venta defoie gras ; ver la tortura a la que se somete al animal es increíble. Quizás la decisión parlamentaria se celebró con unas copitas de cava y tostadas untadas de tan rico manjar. Si no estoy equivocado esta decisión obligará a indemnizar al propietario de coso taurino con una cantidad que más o menos es de 50 € por cabeza de catalán.
Mientras eso ocurría en una nota escueta aparecida en el diario de más tirada anunciaba que la consejería de sanidad no podrá pagar al personal sanitario a pesar de que ya les rebajó el sueldo hace poco. Incluso algunos no podrán cobrar la paga doble. Pero todo esto ¿qué más da? Lo importante son los toros. A mí los toros me importan un huevo pero sí me importa que me rasquen el bolsillo sin una causa justificada.