Sus Actas, escuetas y creíbles, nos dicen que padeció el martirio en Fismes, un poblado cercano a París, en la persecución de Diocleciano y Maximiano, siendo gobernador Rictovaro gobernador de la Galia y feroz perseguidor de los cristianos.
Padeció el tormento del fuego, le cortaron los pechos y nuevamente padeció los carbones ardiendo. Antes de morir exclamó: "¡Oh Señor Jesucristo, que me hiciste triunfar sobre las cadenas de mi mazmorra, e hiciste el fuego al que me expuse tan dulce como el rocío, te ruego que recibas mi alma, porque ahora es el momento de que liberes mi espíritu!"
Fue sepultada en a las afueras del pueblo, donde con la paz de la Iglesia se levantó un santuario, transformado en una bella iglesia en el siglo VIII. Las reliquias que quedan se veneran en la parroquia de Fère-en-Tardenois, actualmente dedicada a su memoria.
Fuente:
https://heiligen-3s.nl
A 6 de enero además se celebra a:
Beata Gertrudis,
beguina y mística
San Peran de Landevennec,
eremita