
El mensaje de la vida de Cristo se extendía principalmente por medio de los evangelios, y los escribas y artistas que los producían disfrutaban de una posición privilegiada en la sociedad irlandesa. El Libro de Kells contiene un texto en latín de los cuatro evangelios que se ornamentaron espléndidamente. Desde hace tiempo el Libro de Kells se ha asociado a San Colm Cille (521-597 d. C.) quien, alrededor del año 561, fundó el monasterio de la Isla de Iona, Escocia.